Las exigencias de la Champions han originado síntomas de agotamiento en el Villarreal de Manuel Pellegrini, uno de los firmes candidatos a lograr el título de Liga. El cuadro amarillo ha optado por recuperar el equilibrio del 4-4-2 para ejercer su dominio en la competición doméstica.
El Celtic de Glasgow desnudó las carencias del Villarreal, uno de los principales candidatos a lograr el anhelado título de Liga en el capítulo estival. El trepidante ritmo de la Champions, unido a los procesos cíclicos de la Liga, han minado la capacidad de rendimiento de un escuadrón instalado en la aduana hacia Europa desde el inicio. La sensación de agotamiento del cuadro amarillo ha generado que el chileno Manuel Pellegrini, fiel al 4-3-3, haya optado por recuperar la esencia del equilibrado y clásico 4-4-2.
En la meta, el técnico sudamericano ha confiado desde la inauguración liguera en Diego López. El arquero natural de Lugo, criado en la prolija cantera del Real Madrid, ha relegado a un segundo plano al uruguayo Sebastián Viera, que figuró de inicio en el Celtic Park de Glasgow. Su participación ha sido decreciente con el transcurso del tiempo. Tras un ejercicio inicial notable, en el que sumó 29 encuentros en Primera División, sus actuaciones han sido testimoniales.
En la retaguardia, el asturiano Javi Venta se ha consolidado en el lateral diestro, una posición en la que el ex del Tenerife alterna el protagonismo con el canario Ángel. Gonzalo y Godín se han erigido en los centrales referencia de una zaga defensiva que completa Capdevila. El de Tárrega ha computado 12 encuentros de titular -sólo se ausentó ante el Real Betis de Paco Chaparro- y es un filón en el carril zurdo, una de las principales vías de peligro del once del Madrigal.
Y en la medular, la reestructuración espacial hacia el 4-4-2 ha originado que Marcos Senna, vigente campeón de Europa, asuma el rol de creador. Su escolta habitual suele ser el uruguayo Eguren, que aporta músculo y sacrificio al ingenio del hispano-brasileño. Nihat ha ido ganando protagonismo con el transcurso de las semanas, aunque no ha podido captar la confianza de Pellegrini desde el inicio y es el comodín para el doble pivote o la mediapunta. En los flancos, Cazorla es indiscutible en el diestro, mientras que Ibagaza, un excelente pasador, ha sido readaptado en el zurdo.
En la definición, Rossi ha sido el puntal desde la inauguración liguera, mientras que Guille Franco, un punta a la antigua usanza, se ha alternado con Jozy Altidore, una de las promesas del submarino amarillo.
