Si el único Juzgado Mercantil de Sevilla ya estaba desbordado, la crisis ha sido la puntilla que le ha rematado. En lo que va de año ya han doblado el número de concursos de acreedores que se registraron en todo el año pasado, con lo que prevén que el aumento de casos sea en 2008 de un 400%.
Sevilla necesita un nuevo Juzgado Mercantil, sólo hay que analizar sus cifras para comprobar el colapso. Desde su creación en diciembre de 2004, el aumento ha sido paulatino y constante. A este crecimiento se le ha unido la crisis, que ha llevado la quiebra a numerosas empresas que se han visto obligadas a someterse a un procedimiento concursal.
Entre ellas, se encuentra el caso de Contsa, que ha sido la gota que ha colmado el vaso, pues el juzgado ha tenido que designar a un funcionario en exclusiva para atender este concurso, en el que se han presentado unos 1.200 acreedores, con el consecuente volumen de documentación que genera.
Lejos quedan las dos únicas suspensiones de pagos que se declararon en su primer mes de funcionamiento, que ascendieron a 16 al año siguiente y se quedaron en 10 en el año 2006. La situación cambió el año pasado, cuando ya se superaron los 23 concursos de acreedores, es decir, más del doble que los declarados el año anterior. Las cifras más alarmantes son las del primer semestre de este año pues, a fecha de 3 de julio, han ingresado un total de 45 concursos, es decir, el doble de los que se declararon el año pasado.
Tras estas cifras se esconde la sombra de la crisis económica, "y lo peor está aún por llegar", aseguró el secretario judicial del juzgado, Juan Pedro Dueñas, quien, ante los datos del primer trimestre, cifra "en un 400%" el aumento de los concursos mercantiles para 2008. Y es que sólo en los primeros cuatro días de julio, se han registrado ocho concursos "lo que quiere decir que estamos ingresando dos concursos al día".
Procesos abiertos . El Juzgado Mercantil se encuentra en la actualidad trabajando en unos 78 concursos, entre los que se encuentran el de empresas como Contsa y Calderinox, que generan gran cantidad de documentación, "que hay que fotocopiar completa a todos los administradores concursales", señaló Dueñas, en la única fotocopiadora con la que cuenta el juzgado, por lo que "a veces coinciden aquí los administradores de varios concursos y tienen que esperar de pie a que los otros terminen porque no tenemos espacio".
De hecho, han tenido que dividir la oficina, colocando dos armarios porque "los funcionarios no pueden ni trabajar porque esto es un goteo constante de administradores y acreedores y así no pueden centrar la atención".
Pero las competencias del Juzgado de lo Mercantil no se ciñen exclusivamente a los concursos de acreedores, sino que además se encarga de las demandas sobre competencia desleal o sobre la propiedad intelectual. En este capítulo, también las cifras marcan un aumento de "un 30% aproximadamente". El año pasado, el juzgado registró 703 asuntos ordinarios, mientras que a fecha 4 de julio llevaba contabilizados 450 -en 2007 en esa misma fecha, el número era de 271-.
De hecho, ya han tenido las primeras consecuencias: una funcionaria, que llegó como refuerzo, ya se haya dado de baja por "perturbación predominante de las emociones", sin que la Junta la haya sustituido aún. Con este panorama, Dueñas ha optado por informar a la coordinadora provincial de los secretarios para que informe a la Delegación de Justicia y que ésta "asuma y se haga cargo de la situación del juzgado".
