La Organización Mundial de la Salud (OMS) fija entre 10 y 15 metros cuadrados por habitante la superficie idónea de zona verde urbana. Sevilla lo supera con creces. En 1999, tenía siete metros cuadrados verdes por habitante, mientras que hoy cuenta con 25 metros cuadrados por ciudadano. Así lo detalló el alcalde en la inauguración de un parque auxiliar de Lipasam.
Y este aumento de zonas verdes se debe, fundamentalmente, al convenio firmado con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para recuperar las riberas de la ciudad. El nuevo pulmón verde de San Jerónimo, con más de once hectáreas y una inversión de 9,4 millones; el parque Miraflores, con 50 hectáreas y una inversión de 1,7 millones de euros; el del nuevo cauce del Guadaíra, con 72 hectáreas y un presupuesto de 7 millones, y el parque del Tamarguillo, con 93 hectáreas y un coste de 6,7 millones son los frutos de este acuerdo, que aún tiene pendientes la regeneración del Charco de la Pava y la nueva zona verde en el cauce del Guadaíra, en el Polígono Sur.
Además, el alcalde destacó los efectos positivos desde el punto de vista medioambiental de proyectos como las peatonalizaciones, la apuesta por la bicicleta o las limitaciones de tráfico en el Centro. De hecho, según el Ayuntamiento, el Metrocentro ahorra 810 toneladas de dióxido de carbono anuales, más de 62.800 toneladas por la implantación de 130 kilómetros de carril bici y 4.346 por el sentido único en la Ronda Histórica, la segunda ronda o Luis Montoto. El plan de tráfico del casco antiguo redujo la afluencia de vehículos un 20% y eliminó 2.600 toneladas de CO2.
Con todo, en los últimos días, según datos de la Consejería de Medio Ambiente, se registraron niveles de contaminación perjudiciales para la salud en varias estaciones de medición, sobre todo en Santa Clara y en Torneo, por partículas en suspensión. No obstante, Sevilla sigue dentro de los parámetros establecidos por la UE -se precisarían más de 35 días con exceso de partículas para salirse de ellos- y, frente a ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia, no estuvo en alerta por niveles altos de contaminación atmosférica "ni un solo día del año 2010", según el Consistorio.
La ministra aplaudió la apuesta "decidida" por recuperar el río y por poner en marcha un "modelo de ciudad que pone al ciudadano en el centro de atención".
