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Los abortos en las sevillanas de entre 10 y 14 años se han triplicado

Los embarazos en adolescentes se multiplican. Las últimas cifras oficiales, referentes al año 2005, son abrumadoras: si 240 pequeñas dieron a luz en alguno de los cuatro hospitales sevillanos, más de 650 menores (32 de ellas entre 10 y 14 años) decidieron abortar.

el 14 sep 2009 / 20:41 h.

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Los embarazos en adolescentes se multiplican. Las últimas cifras oficiales, referentes al año 2005, son abrumadoras: si 240 pequeñas dieron a luz en alguno de los cuatro hospitales sevillanos, más de 650 menores (32 de ellas entre 10 y 14 años) decidieron abortar. Una realidad que contrasta con el 2003, cuando sólo 11 chicas interrumpieron su gestación.

El problema viene porque cuanto más joven es la embarazada, "menos formada está y más propensa es a que se produzca un aborto natural", apostilla Ángeles Fernández, presidenta de la Asociación Andaluza de Matronas. De ahí que se describa un mayor número de cesáreas en este grupo de edad y más partos instrumentales. Frente a ello, los 650 abortos registrados por el servicio de Información y Evaluación de la Consejería de Salud responden a interrupciones voluntarias del embarazo según los requisitos que recoge la ley. Entre ellos, que el embarazo constituya un peligro para la salud física y psíquica de la madre; que haya sido resultado de una violación denunciada; o que se demuestre que el feto sufrirá graves malformaciones tras su nacimiento.

Aún así, son muchas las adolescentes que prefieren completar la gestación. Concretamente, 240 menores sevillanas fueron madres en el año 2005 y otras 292 durante el año pasado. Fernández recuerda el caso de una cría de 14 años que llegó al hospital de Valme, donde trabaja. "El novio tenía 15 años. Se comportaron perfectamente, los dos fueron muy educados. El parto fue muy agradable y lo llevaron muy bien: la niña parecía consciente con su nueva situación, y sus padres también". Una situación que demuestra que "hay de todo. Hay muchachas que lo niegan hasta el parto. Otras lo asumen desde el primer momento". Del mismo modo, hay niñas que deciden parir naturalmente, "piden que no les pongan nada", mientras que otras llegan "entregadas a lo que decidan los sanitarios".

En cuanto al seguimiento médico del embarazo, tampoco existen muchas diferencias si se compara con el que se practica a la mujer adulta. "Normalmente el control del embarazo lo lleva la matrona en el centro de salud junto al tocólogo. Se establecen nueve citas por embarazo que se rigen según el proceso y no la edad. Eso sí, lo primero que se percibe de las jovencitas es miedo. Y lo lógico es que no digan nada en casa hasta que la gestación es manifiesta".

Por todo, la matrona defiende que toda mujer está capacitada para parir desde el momento en que tiene la regla. "Otra cosa son los conflictos físicos y psicológicos", precisa. A este respecto, Andalucía sí sale bien parada. "En el sur se desarrolla la edad física y mental mucho antes que en otras regiones españolas. Se sospecha que esto se debe a algunos factores medioambientales y al clima".

No obstante, el ginecólogo Nicolás Mendoza prefiere establecer la diferencia en los 16 años. "A partir de esta edad se considera que la menor alcanza su madurez física, mental y sexual. Antes hablamos de niñas que no están preparadas para la maternidad. Algunas tampoco para mantener relaciones sexuales". De ahí que asegure que la mayoría de los embarazos adolescentes son no deseados, "fallos por una mala información o educación sexual". "Faltan campañas de concienciación en los menores de 16 años, aunque choque con la opinión de cierto sector de la población que cree que así se incentiva el sexo", continúa.

También apuesta fomentar la anticoncepción hormonal en estas edades. "Mi consejo es que acudan a un centro de planificación familiar y pregunten por los diferentes métodos. Y que los usen siempre en combinación con el preservativo para evitar las enfermedades de transmisión sexual".

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