–¿Qué técnica empleó para confeccionar el cartel?
–Es una pintura que está realizada sobre cuatro o cinco fotografías que yo tenía de la feria. Posteriormente, gracias al ordenador, le he añadido efectos y texturas. La idea es que fuera un cartel clásico, añadiéndole texto, en la línea de los antiguos, que llevaban toda la programación de la feria.
–Como dice, este cartel recuerda a obras de los años 20 y 40 del siglo pasado. ¿Cómo se inspiró para crearlo?
–En internet se encuentra prácticamente todo y he podido ver los antiguos, básicamente de Jerez de la Frontera y de Córdoba, que tienen muy bien documentada toda la historia de sus carteles. En el caso de Utrera, he podido contemplar algunos que existen en la casa de la cultura y el consistorio.
–¿Qué diferencias hay entre los antiguos y los actuales?
–Los de los años 20 y 40 eran más vistosos. Sin embargo, en el mundo del cartel en general, la situación es distinta porque actualmente hay cosas muy buenas. Yo siempre digo que un cartel no puede ser un cuadro con letras, sino que se debe dar una impresión rápida sobre algo y que se vea de manera clara.
–Debió de ser un reto saber cómo incluir tanto texto, ¿no?
–Da coraje poner tantas letras en el cartel, pero he intentado que sirviera como un elemento más de la composición, y no fuera algo aparte, sino integrado en el conjunto. En cualquier caso, este año el cartel es de mayores dimensiones, ya que habitualmente tienen 50x70 centímetros y es de 100x70.
–El de este año, además de anunciar la feria, recoge la inauguración de la plaza de toros, algo histórico…
–Estoy orgulloso de haberlo hecho, y más sabiendo que ha habido mucha demanda por parte de personas que querían el cartel. Está prácticamente agotado. De hecho, ni siquiera yo tengo uno.
–¿Qué tiempo le llevó su creación?
–Me lo encargaron el pasado mes de enero y lo acabé antes del verano. Tener el trabajo con tanta antelación da tranquilidad, porque permite rectificar y mejorar algunas cosas, o incluso cambiarlas.
