Las organizaciones ecologistas se preguntaron ayer si el Gobierno "pondrá en riesgo a la población" por favorecer el interés económico de las empresas Iberdrola y Endesa, ante la recomendación del Consejo de Seguridad Nuclear de prolongar la autorización de la central nuclear de Garoña diez años más.
Los portavoces de Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/birdlife y WWF denunciaron que la prolongación de su actividad radiactiva puede ser peligrosa para los ciudadanos y el medio ambiente, y rechazaron que, en lugar de su cierre, se proceda a modernizar la planta así como a mejorar sus medidas de seguridad. Recordaron , además, que su licencia caduca este año.
Las organizaciones temen que estemos "entrando en terreno desconocido, porque (Garoña) es una central que no estaba pensada para más de cuarenta años", tal como indicó el experto en Energía de WWF-Adena, Heikki Willstedt.
Ahora, "el Gobierno puede adoptar una decisión política, veremos qué hace; no contemplamos el futuro con mucho optimismo porque la presión de las empresas eléctricas es muy fuerte", dijo. Por su parte, el activista catalán Miquel Muñiz, representante de Tanquem les nuclears, advirtió de que la posibilidad de prorrogar el funcionamiento de Garoña supondría "un ejemplo perverso" para otras plantas como Vandellós y Ascó I y II.
Por el contrario, el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid manifestó su apoyo a la prolongación de la licencia para operar de la central nuclear de Garoña, por motivos técnicos, económicos y políticos. En una nota de prensa, el Colegio se muestra a favor de utilizar de modo optimizado todas las tecnologías disponibles, incluida la nuclear, ya que sería imprudente depender sólo de una.
Desde el punto de vista técnico dice que es conveniente plantear la continuidad del actual parque nuclear para ganar tiempo hasta que existan evidencias contrastadas de despliegue de nuevos proyectos nucleares.
