En 2007 los vecinos de la zona de San Luis solicitaron las plazas de garaje del nuevo aparcamiento bajo el centro polideportivo del número 33, pero a día de hoy aún no se las han entregado. El hallazgo de restos arqueológicos, los problemas económicos de la primera empresa y el papeleo están retrasando la puesta en servicio de estas 199 plazas de garaje, cuyas obras acabaron hace cuatro meses.
Sin embargo, aún está cerrado por culpa de la burocracia. Fuentes de la Gerencia de Urbanismo, que tramita ahora la legalización de los garajes -antes estaba en manos de Emvisesa-, aseguraron que tras el final de la obra eran necesarios entre tres y cuatro meses para la regulación administrativa del parking. Había que hacer la escritura de la división horizontal y solventar su paso por el Registro de la Propiedad antes de que cada adjudicatario pueda escriturar. ¿Y cuándo será eso? Según Urbanismo, en este mismo mes se han empezado a mandar las primeras notificaciones para formalizar la adjudicación y, después, los vecinos tendrán que pedir cita con el notario para firmar las escrituras que les permitirán usar, por fin, sus garajes.
En teoría, en unos meses tendría que estar todo resuelto, pero los vecinos no se fían. "No sabemos qué queda. Nos dijeron que nos entregarían las llaves después del verano, pero las obras acabaron hace cuatro meses y aún no se han regularizado", lamentó el presidente de la asociación de vecinos Areneros de San Gil, Antonio Alonso.
Lo cierto es que la construcción y adjudicación de este parking ha estado cuajada de obstáculos desde el primer día. El pasado mes de febrero, los vecinos se encontraron con la sorpresa de que el Ayuntamiento les pedía los 28.320 euros que cuesta cada garaje sin plazos. Emvisesa les reclamó el 100%. Evidentemente, algunos de los adjudicatarios tuvieron que renunciar porque no tenían esa cantidad, sobre todo ahora que con la crisis la circunstancia laboral y económica de muchas familias han empeorado sustancialmente. Por eso Emvisesa tuvo que recurrir a la lista de espera para poder adjudicar algunas plazas, y no todas tienen ya dueño.
Además, en septiembre de 2009 el Consistorio tuvo que anunciar que el proyecto de construcción del centro deportivo y los aparcamientos subterráneos de la calle San Luis se prolongaría nueve meses más a causa del hallazgo de restos arqueológicos y pinturas murales. Algo que provocó que las obras, a cargo de la empresa Sacyr, subieran de precio: 2,10 millones de euros más. El coste total de ambos equipamientos subió hasta los 6,96 millones de euros. Y aún no está el aparcamiento subterráneo en funcionamiento.
