Sobre esto último, la Fundación Loyola Andalucía, constituida para poner en marcha la Universidad de la Compañía de Jesús, ya ha tenido contactos con dos ayuntamientos, el de Sevilla y el de Dos Hermanas. A ambos les han transmitido la necesidad de encontrar una parcela de "unas dimensiones razonables", lo que traducido a metros cuadrados supondría algo más de 35.000. Pero, como reconoció el director de la Fundación, los interlocutores siempre han contestado lo mismo: "Que esperemos a las elecciones municipales". Mientras los jesuitas consiguen encontrar una ubicación para su universidad, la multinacional sevillana Abengoa les ha cedido dos edificios en su complejo de Palmas Altas donde podrán estar "el tiempo necesario", apostilló Gabriel Pérez Alcalá.
No será éste el único escollo que tendrá que sortear el proyecto Loyola Andalucía. Tiene que contar con el visto bueno de la Junta de Andalucía, primero, y después con la aprobación del Parlamento. "Ya sabemos cómo funciona el proceso y creemos que puede ser rápido", apostilló Pérez Alcalá, que informó de que ya se han reunido con el PSOE y el PP, los sindicatos, los empresarios y, en breve, con IU. La Compañía confía en contar con el decreto de inicio de actividades para el curso 2013/2014, cuando empezarían a ofertar los primeros grados oficiales.
La propuesta que ya tiene la Consejería de Economía recoge la puesta en marcha de nueve grados (Administración y Dirección de Empresas, Economía, Derecho, Ciencias Políticas, Trabajo Social, Comunicación, Educación Social, Ciencias de la Actividad Física y el Deporte e Ingeniería Electromecánica), 17 posgrados oficiales y siete doctorados.
Para consolidar la nueva universidad privada (el centro ETEA de Córdoba se fusionará con el campus de Sevilla, siendo éste el núcleo de la Loyola Andalucía) harán falta 40 millones de euros, 300 profesores e investigadores y una matriculación de 5.500 estudiantes (4.500 sólo en la capital hispalense). El director de la Fundación defendió que el proyecto de los jesuitas no colisiona con la oferta pública universitaria existente en Sevilla. "Ellos no perderán alumnos. Las que tienen que estar preocupadas son las universidades privadas de Madrid, donde todos los años se van a estudiar, y no vuelven, 6.000 andaluces", apostilló.
Sobre el coste de un grado en la Loyola Andalucía, Pérez Alcalá avanzó que rondará los 6.000 euros por curso, "un precio en la parte media-baja de la tabla de las universidades privadas de España", aclaró. Para estudiar un posgrado en la universidad privada de los jesuitas en Sevilla habrá que desembolsar 12.000 euros al año.
La Fundación dispondrá de un sistema de becas para que "nadie con capacidad se quede sin estudiar en Loyola Andalucía". Lo que dejaron claro los responsables del proyecto es que la universidad se creará "sin financiación pública. No tiene coste económico para el ciudadano. No hemos pedido subvenciones", apostilló Pérez Alcalá. Entre los mecenas de la iniciativa, los jesuitas cuentan con el apoyo de Abengoa, entre otras empresas de primer nivel.
"Queremos formar a los líderes del futuro". Con esta declaración de intenciones -esencia de la Compañía-, los jesuitas tomaron como referencia a las mejores universidades según el ránking de Shangai. Escogió a las 41 primeras, después se centró en las mejores españolas (Navarra y Cataluña) y a continuación diseñó su propuesta, en la que hay rasgos de instituciones tan reconocidas internacionalmente como Harvard y Columbia.
Loyola Andalucía será una realidad en poco más de dos cursos, pero mientras tanto ya oferta posgrados a través de la Loyola Leadership School y formación en idiomas en la Loyola School of Languages, Culture & Communication.
