Buen tono, buena disposición, palabras retóricas y voluntad de acuerdo. Nada que ver con lo que acostumbran a decir en las ruedas de prensa. Los segundos espadas repitieron ayer lo mismo que sus jefes, que hace un mes fueron convocados por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, para presentarles su gran proyecto político: el Pacto por Andalucía. Si alguien esperaba concreciones, de nuevo se equivocó. La reunión duró poco más de una hora. Casi el mismo tiempo que luego emplearon los dirigentes políticos para dirigirse a los medios y dejar claro que en ese gran acuerdo, por ahora, van todos a una aunque sigan sin concretar nada. Acudió José Luis Sanz, secretario general del PP-A, Mario Jiménez, vicesecretario general del PSOE-A, José Luis Pérez Tapias, el secretario de Organización de IULV-CA y el secretario general del PA, Antonio Jesús Ruiz.
Los partidos volverán a verse en el Parlamento el próximo jueves, en una mesa ampliada a ocho personas para empezar a entrar en harina. No hay un horizonte temporal ni los trabajos están constreñidos a ninguna fecha concreta. Admitieron que el 28-F, Día de Andalucía, pasará sin tener el gran acuerdo. Coincidieron en que cuanto antes mejor, que el pacto debe de ser útil a los ciudadanos y que hay que alcanzarlo lo antes posible. Sin embargo, no se pusieron un límite. Sobre la mesa política acotaron cuatro temas: transparencia y ética; financiación autonómica; defensa del Estatuto y modelo territorial. IU deslizó un quinto y habló de la necesidad de fijar un frente común de los eurodiputados andaluces y españoles en contra del Presupuesto de la UE. Además, los partidos recibirán las propuestas de las mesas sectoriales que ya trabajan con el Gobierno andaluz en defensa del empleo, la sanidad y la educación públicas o las políticas sociales.
Desde el PP-A, Sanz confió en que éste sean "un pacto por todos los andaluces y no contra nadie". La primera reunión de los partidos después del inicio de las conversaciones se produjo un día después de que el PSOE cogiera la pancarta de la manifestación del 28-F, Día de Andalucía, y se sumara a la protesta convocada por una plataforma social liderada por los sindicatos UGT y CCOO y por asociaciones de consumidores como Facua. La convocatoria para salir a la calle ese día contuvo duras llamadas contra las políticas del Gobierno de Mariano Rajoy. A Sanz ayer pareció que ni le había molestado. Se limitó a confiar en que el 28-F sea una fiesta de "todos los andaluces" y "no se convierta en un día de revancha o resentimiento de unos andaluces contra otros". No difirió mucho en su comentario el número dos de los socialistas andaluces, quien igualmente dijo que el Pacto por Andalucía es "en positivo" y que "no hay ninguna voluntad ni ningún planteamiento de ir contra nadie". "Hay un objetivo común: Andalucía y la salida de la crisis", añadió. Desde IU, Pérez Tapias pidió tiempo y ver propuestas concretas antes de augurar si es posible un pacto de su partido con el PP.
El Pacto por Andalucía, una propuesta que lanzó el pasado verano Griñán, se puso en marcha el pasado enero. Desde entonces, el presidente de la Junta se ha reunido con los líderes de la oposición y los representantes de los sindicatos y los empresarios. A la vez, se han constituido mesas sectoriales y técnicas de trabajos con muchas asociaciones de la sociedad civil. Y la Junta negocia directamente con CCOO, UGT y la CEA la renovación de un acuerdo de concertación social que esté volcado en la creación de empleo.
Entre medio, los partidos -que se han dedicado lo mismo a emplazarse al acuerdo que a tirarse dardos envenenados- han aprovechado el escándalo de los supuestos sobresueldos pagados por el extesorero del PP, Luis Bárcenas, para llevar a la primera línea acuerdos por una mayor transparencia. Los grupos parlamentarios se reunieron la semana pasada para reactivar la comisión de la financiación de los partidos y se dieron un mes para presentar propuestas. El PP al día siguiente lanzó nueve medidas que, sobre todo, extienden la obligación de dar publicidad a los sueldos y el patrimonio al sector público andaluz y fija un mayor control sobre las subvenciones públicas. De fondo, está el caso de los ERE. IU fue el único que ayer entregó 25 medidas concretas.
