La pitada protagoniza da ayer por los funcionarios de Justicia a la llegada del consejero del ramo es una muestra de lo caldeados que andan los ánimos en los juzgados ante los recortes anunciados. Los empleados de los juzgados ya sufrieron también el anterior recorte del 5% y ahora no están dispuestos a ver cómo vuelven a peder poder adquisitivo tras años con el sueldo congelado.
El sindicato CSIF, mayoritario en el sector, califica estos recortes como “injustos”, entre otros motivos, recuerda la situación especial de estos funcionarios, pues una parte de su sueldo proviene del Ministerio de Justicia. Es decir, que si ahora el Gobierno de Rajoy planteara un nuevo recorte de sueldos en la administración, también les afectaría. De hecho, la Junta sólo paga uno de los conceptos salariales de la nómina, el complemento específico. Según los cálculos del sindicato, los funcionarios perderían unos “mil euros anuales”, por lo que aseguran que en lugar de un 5%, el recorte sería de “entre un 20 y un 30%” , pues, entre otros, tendrá carácter retroactivo.
Lo cierto es, como asegura el CSIF, que los auxiliares pasarán a ser mileuristas, o quizás ni eso, con este recorte y está por ver si ellos son incluidos en el grupo de exentos por los bajos ingresos. Y también lo es que los jueces y fiscales con sueldos más altos no se van a ver afectados por este recorte, ya que su sueldo depende íntegramente del Ministerio de Justicia. Una “discriminación” para los sindicatos. A esto, hay que unir el aumento de la jornada laboral en un colectivo que, por la singularidad de su trabajo, suelen echar horas extras que no cobran.
Por ello, no es de extrañar que los ánimos se estén calentando entre los funcionarios que masivamente están comenzando a movilizarse y a acudir a las asambleas informativas. Llevan todo el mes con protestas en la puerta de los juzgados, que van a continuar y que podrían extremarse si no se alcanza un acuerdo, que se vislumbra difícil.
