En los últimos robos se han llevado las bandejas y los motores de las cámaras frigoríficas del cementerio.
Primero fueron los jarrones, crucifijos y hasta las letras que decoran las lápidas;luego algunas herramientas del personal de mantenimiento como las carretillas o incluso las escalerillas usadas también por familiares para limpiar los nichos más altos. Pero en los últimos días, los trabajadores del cementerio de San Fernando han alertado de robos de mayor magnitud como los motores, bandejas y mandos de la veintena de cámaras frigoríficas que todo camposanto debe tener por ley para conservar hasta su inhumación los cadáveres de personas sin seguro que fallezcan fuera de hospitales y, sobre todo, en caso de catástrofes naturales que exigieran guardar múltiples cuerpos más allá de la capacidad de los tanatorios y hospitales.
El anterior Gobierno municipal de PSOE e IU ya prescindió de la empresa de seguridad privada cuyos vigilantes realizaban una ronda nocturna por el interior del cementerio. Los ladrones saltan la valla por la entrada de San Jerónimo. El personal del cementerio que trabaja de noche, uno o dos porteros, se queda en la parte delantera de la puerta principal y las oficinas. El Ayuntamiento defiende que ya ha instalado cámaras y sensores de seguridad pero los trabajadores señalan que éstas solo se encuentran en la parte delantera. No obstante, hay imágenes del asaltante reincidente que ha protagonizado los últimos robos, captadas por las cámaras del polígono industrial situada a la trasera del cementerio, que incluso han sido vistas por la Policía y ha sido detenido pero dejado en libertad, según el delegado sindical de UGT, Luis Rubio. Cada día desde mediados de abril, la nave de las cámaras y las herramientas ha amanecido con ventanas y puertas forzadas y han desaparecido desde las baterías de las excavadoras y hormigoneras hasta las placas para tapar alcantarillas y el desmantelamiento de las cámaras y de un horno antiguo usado para guardar piezas. Ahora han empezado con los cables, supongo que para vender el cobre en una chatarrería cercana que es donde lo lleva todo, explica Rubio.
Rubio denunció que además el Consistorio ya ha aprobado suprimir el turno de noche a la plantilla y expresó su temor por que los ladrones lleguen a las oficinas y se lleven los ordenadores y la documentación, ya que no solo han arrasado con la nave donde guardan todas las herramientas y donde estaban las cámaras sino que han llegado a las tumbas cercanas al Cristo de las Mieles, que son las más antiguas y tienen verjas que han arrancado. El Ayuntamiento alega que está en tramitación un contrato para ampliar la seguridad del cementerio. Los trabajadores también temen que se produzca algún incidente con los ladrones. Cuando entramos por la mañana, algunas veces los vemos andar por la zona de atrás cuando aún no está abierta esa puerta, explica el delegado sindical. Reclaman una vigilancia presencial porque las cámaras son más caras y las van a romper y denuncian la pasividad municipal pese a sus denuncias y las quejas de los familiares con tumbas saqueadas.
