La muerte, el pasado sábado, del joven Álvaro Ussía, presuntamente a manos de los porteros de una conocida discoteca de Madrid, ha desencadenado el cierre de otros cuatro locales emblemáticos de la ciudad que acumulaban infracciones administrativas. Tras cerrar hace dos días El Balcón de Rosales, a cuyas puertas murió Ussía, el Ayuntamiento ha clausurado en las últimas horas la sala de conciertos La Riviera, la discoteca en la que el Dj Koke pinchaba cada noche, Moma 56, la mítica But y la histórica Macumba.
Licencias en duda . Otras como New Garamond han pagado una sanción que por ahora las ha salvado del cierre. El Ayuntamiento de la capital de España alega que estas salas han cometido "infracciones graves" relacionadas con las licencias, mientras que los empresarios dicen estar "sorprendidos" y "preocupados".
Según declaró el gerente de la Asociación de Empresarios de Espectáculos, Salas de Fiesta, Discotecas y Ocio (Asfydis) de Madrid, Juan Antonio Fernández, los propietarios de las salas consideran injustificados estos cierres, aunque confían en que el afán por "demonizarles" y "culparles" de la muerte de este joven pase pronto. Por su parte, la oposición municipal critica que estas salas no se hayan cerrado antes, si realmente incumplían la ley.
En estas circunstancias, el sumario sobre el asesinato de Álvaro Ussía recoge que David Sancio Gutiérrez, uno de los porteros de la discoteca El Balcón de Rosales acusado de un delito de homicidio, reconoció en sede policial que Toño, en referencia a Antonio Sánchez Serrano, hizo al joven "un barrido y se tiró a plomo con su rodilla sobre su pecho", si bien se retractó de esta afirmación más tarde durante su declaración judicial, asegurando que se cayó por "inercia", "sin querer".
