C. R.
El latinista más importante de Sevilla, Juan Gil Fernández, fue nombrado ayer doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid, en pago a su sabiduría. Sus colegas de la Hispalense glosaban su genio mientras él prefería escurrirse de la prensa. Está claro que Juan Gil sabe latín.
Cada vez que en Sevilla aparece una lápida romana o un jarrito griego, al que llaman es a este profesor de 68 años, ya jubilado, que empezó en la Universidad de Sevilla en 1971, y que desde entonces hizo manar de ella un caudal de buenos maestros, investigadores exquisitos y devotos del mundo clásico y la Sevilla antigua.
Lo dicen sus sucesores. Treinta años después de haberlo tenido como profesor, su colega Concepción Fernández resalta el homenaje de ayer como un acto de justicia: "El doctorado honoris causa tiene, como su propia denominación latina indica, el honor, el mérito personal, académico, docente e investigador como causa." Pero este doctorado, añade la profesora, "también tiene el honor como efecto, porque toda la Universidad de Sevilla se honra hoy con la distinción."
Emilia Reyes Ruiz, profesora del mismo departamento, admite que el doctor Gil "es uno de los mejores latinistas de España en este momento, si no el mejor. Es un clasicista en el más amplio sentido del término, con una tremenda familiaridad con los textos griegos, que no es corriente, y un dominio importante de las otras lenguas itálicas que no son el latín." El Renacimiento, Colón, el humanismo... toda la historia cabe en el interés del homenajeado. "Es, en resumen, un sabio y de esos no tenemos muchos."
No escasean los apoyos en el departamento de Filología Griega y Latina. "Juan Gil Fernández es uno de los máximos representantes que ha dado la Filología Latina hispana en la segunda mitad del siglo XX y comienzos del nuevo milenio", dice de él Enrique Ramos, quien lo señala como "maestro de numerosos latinistas que ejercen su magisterio desde Andalucía hasta Canarias".
El profesor José Solís, por su parte, ensalza la figura de Gil por sus aportaciones sobre los mozárabes, la colonización y, en particular, "una obra capital de la historia de nuestra ciudad: Los conversos y la Inquisición sevillana".
Natural de Madrid, Juan Gil Fernández ha escrito también sobre los antiguos profesores de latín de Sevilla, Aristófanes, los griegos en Andalucía, el erasmismo en España, los comienzos del cristianismo en Sevilla y el latín medieval, entre otros temas.
