La sección oficial del undécimo Festival de Cine Español de Málaga traspasó ayer su ecuador, al haberse presentado ya nueve de los quince largometrajes en competición, con la proyección de dos óperas primas, Pájaros muertos, de Guillermo y Jorge Sempere, y Proyecto Dos, de Guillermo Groizard.
Pájaros muertos transcurre durante un verano en el que se altera la vida idílica en la burbuja irreal que supone una urbanización cerrada de alto nivel, a partir de la aparición de varios cadáveres de aves. Los directores, que son primos, admiten como referencias cinematográficas de su historia títulos como Pequeña Miss Sunshine, American Beauty o Las vírgenes suicidas.
Jorge Sempere afirma que un proyecto así, al que han dedicado los últimos tres años, "se levanta con mucho esfuerzo", ya que también son los productores, por lo que "todo lo bueno y lo malo que tenga la película es culpa nuestra". Para Guillermo, lo que se suele denominar cine independiente "es el más dependiente, porque que se depende de todo el mundo y de que te echen una mano".
Por su parte, en Proyecto Dos Adriá Collado encarna a un bioquímico del CSIC que está casado con una traductora (Lucía Jiménez) y que lleva una vida rutinaria hasta que un día, viendo la televisión, contempla las imágenes del atropello de un hombre idéntico a él, por lo que empezará a hacerse preguntas sobre su pasado. Según Groizard, ha intentado contar "una historia de las que gustan como espectadores" y que "no está basada en hechos reales, pero podría, porque no cuenta una sola mentira científica".
