F.J. Sánchez Jaén
La cantante sevillana Mª José Montaño (Malizzia & Malizzia) regresa a la escena musical con su tercer álbum, ahora en solitario, Quedan diez minutos (Música Libre / Factoría de autor de la SGAE), un recorrido por la trayectoria del dueto formado por la cantante y Manuel Pruaño. El disco recopila temas ya conocidos e incluye otros inéditos que se habían quedado en el cajón.
Quedan diez minutos es un recopilatorio con diez temas entre los que destacan Ya no puedo más (con la que ganó el Festival de Benidorm en 1996) y La Dolores, entre otros temas que ya había cantando antes María José Montaño, y que ahora, para este nuevo trabajo, "se han actualizado", explica la cantante, bajo la producción de Lolo Álvarez.
María José vuelve haciendo lo que siempre ha hecho desde que empezara su carretaen 1993: "Música pop en la que se nota que somos andaluces, que tenemos sello propio y con la que no nos parecemos a nadie", explica Montaño. Pero María José también tiene mucho de cantautora. En sus canciones hay crítica social, se habla de la homosexualidad (Pedro y Carlos), de los malos tratos, de la prostitución, y hay hasta un homenaje al diseñador Manuel Piña (Manuel).
"Un cantautor es el que canta las canciones que compone y no nada más el que se sube a cantar sólo con su guitarra predicando 'No a la guerra". Y es que para Montaño es importante introducir un poco de crítica y reivindicación en sus temas, "crear canciones que intenten abrirnos los ojos, y toda esa reivindicación llega siempre mucho mejor acompañado de música", mantiene la cantante.
Tampoco faltan en Quedan diez minutos "las canciones de amor y del desamor más sentido, como es el caso de Sólo por ti", explica Montaño y añade "porque el desamor y el amor es donde más me inspiro".
El título del disco, Quedan diez minutos, puede parecer que nace del tema que recibe el mismo nombre, sin embargo surgió tras grabar el disco: "Cuando estábamos acabando, vi que podría ser el último disco, porque a lo mejor no grababa más, ya que la música está muy difícil y todo son pegas, sobre todo, si perteneces a una discográfica pequeñita, como nosotros, y no a una multinacional. Las emisoras ni siquiera te ponen. Para entrar en las listas y que se te escuche en la radio tienes que pagar, con lo que todo son intereses, por lo menos ahora y antes no era así, o al menos la música no debería ser un interés", concluye.
