El próximo martes 24 se levantará de nuevo el telón del Teatro Central para inaugurar una nueva temporada del ciclo Flamenco viene del Sur. Será Manuela Carrasco la encargada de abrir la temporada.
Flamenco viene del Sur es un buen ciclo y una feliz iniciativa de la Empresa Pública. Le falta quizás mayor acierto a la hora de programar conciertos, porque no se puede hacer todo a base de talonario. De esa manera, cualquier aficionado podría programar Flamenco viene del Sur. Lo difícil es hacer una buena programación sin recurrir a esas primeras figuras que, como sabemos, están muy bien de trabajo porque son reclamadas en todo el mundo.
Hace unos días nos encontrábamos con el cantaor Romerito de Jerez y se quejaba de que nadie se acuerda de él. Y es cierto. A pesar de que es un histórico del cante jerezano y de que tiene la voz estupenda y la cabeza en su sitio. Pero hay otros casos. ¿Qué pasa con cantaores y cantaoras como José el de la Tomasa, Paco Taranto, Diego Clavel, El Funi, Tina Pavón o Mercedes Cubero? En Mairena del Alcor hay tres o cuatro cantaores muy buenos, como José de la Mena y Antonio Ortega hijo, que no sólo no han venido nunca a este ciclo, sino que no van a venir.
Ni siquiera este año, que se conmemora el centenario del nacimiento de Antonio Mairena y hubiera quedado de lujo tener un recuerdo para quien se significó siempre por defender el cante y dedicó su vida a dignificar el flamenco. Estos ciclos podrían servir también para eso, con lo que no caerían en la rutina como le está pasando al que nos ocupa. Pero no sólo es el centenario de Antonio Mairena, sino los de Caracol y Antonio el Sevillano, otros dos fenómenos del cante.
Sin embargo, estas críticas no deben empañar la buena labor de la Empresa Pública y la importancia de este ciclo. Es sólo una serie de puntualizaciones sobre la programación de este año y las de temporadas anteriores.
El próximo martes, la gran Manuela Carrasco va a presentar su última propuesta escénica, Suspiro flamenco. Premio Nacional de Danza, la bailaora sevillana lleva más de 30 años sosteniendo su escuela contra viento y marea. No es coreógrafa, es la bailaora más impresionante de las últimas décadas.
Para el martes siguiente será El Pele el invitado. El cantaor cordobés atraviesa un gran momento de su carrera, como demostró hace tres semanas en el Palau de la Música. Cuando le funcionan la cabeza y la voz, y como el corazón lo tiene siempre a punto, es un cantaor de locura, de los que hacen posible que el cante andaluz se pueda seguir llamando jondo. Y hablando de jondura, el día 10 de marzo podremos disfrutar de dos cantaores de pellizco, Cancanilla de Marbella y Canela de San Roque. Ambos nos prepararán el paladar para que Pansequito y Antonio Reyes nos colmen el gusto.
El gaditano David Palomar estará el 21 de abril para presentarnos su último disco. Éste sí que tiene dentro a Cádiz cuando canta. Y, además, es artista.
Es lo más destacado de una programación que, con sus luces y sus sombras, conseguirá que el Central se llene cada martes. Y eso sí que es una buena noticia.
