Las fuerzas de seguridad nigerianas liberaron unas 200 mujeres y niños durante una operación lanzada contra la secta islamista radical responsable de las violencias que causaron más de 300 muertos en el país africano desde el pasado domingo, tal y como se informa en El País. Los combates dejaron ayer 43 muertos, según la policía.
Soldados transportados en vehículos blindados rodearon y bombardearon una barriada de la ciudad de Maiduguri considerada la residencia de Mohamed Yusuf, líder de la secta radical Boko Haram. Los bombardeos destrozaron varios inmuebles, entre ellos una mezquita. Más de 100 personas fueron arrestadas durante esa operación.
La policía liberó a las esposas y los hijos de seguidores de Yusuf. Los miembros de la secta consideran que sus mujeres no tienen que ser vistas por otros hombres, y que sus hijos no tienen que recibir otra educación que la coránica. Otros 53 seguidores de la secta fueron detenidos en el oeste del país.
Las violencias estallaron el domingo, cuando miembros de BOko Haram -que pretende una más amplia aplicación de la sharia en Nigeria- fueron detenidos bajo la acusación de preparara un ataque contra una comisaría de policía.
Desde entonces, los seguidores de Yusuf han atacado iglesias, comisarías e inmuebles gubernamentales con machetes, cuchillos y pistolas, especialmente en los cuatro estados del norte del país, mayoritariamente musulmana.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó ayer la "innecesaria pérdida de vidas humanas" consecuencia de los violentos enfrentamientos de los últimos días entre las fuerzas de seguridad de Nigeria e integristas islámicos.
