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Muere un indigente de una patada en una pelea por una propina

El suceso ocurrió en plena calle Resolana. Varias testigos vieron la agresión

el 13 abr 2013 / 22:12 h.

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El lugar de los hechos precintado por la Policía. El lugar de los hechos precintado por la Policía. Una certera patada en la sien cuando la víctima se encontraba de hinojos tratando de reincorporarse después de haber caído al suelo provocó ayer la muerte de un indigente en el barrio de la Macarena. El suceso ocurrió en torno a las 19.45 horas a la altura del número 6 de la calle Resolana, cuando dos indigentes se ensarzaron en una pelea, al parecer, después de discutir por la propina de un aparcamiento. Según el relato de algunos testigos presenciales, los dos indigente venían discutiendo desde la calle Don Fadrique, cuando la víctima empuñó una pequeña barra de hierro para defenderse. En ese momento, el agresor lo empujó contra una cochera haciéndolo caer. Cuando la víctima trataba de levantarse recibió una patada en el lateral de la cabeza que terminó provocándole lesiones que acabaron con su vida. Algunas personas lamentaban el tiempo que tardaron los servicios sanitarios en llegar al lugar de los hechos. Adrián, que se encontraba en uno de los veladores del bar La Chacha, fue testigo directo de la agresión. “La patada fue mortal. La víctima apenas se sacudió un par de veces en el suelo.” Según relata este testigo, el agresor desapareció del escenario del crimen, pero un grupo de chavales que iban en bicicleta dieron con su paradero y “lo trajeron otra vez”, siendo detenido por la Policía. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos de la Policía Científica para recoger muesteas y pruebas y del Grupo de Homicidios, así como la Comisión Judicial para certificar la muerte del hombre. Poco después de las 21.30 horas, el juez ordenaba el levantamiento del cadáver, en medio de la lógica expectación y el revuelo que la reyerta y la presencia de varios vehículos policiales habían despertado en la zona, muy cerca de la Basílica de la Macarena. El agresor, un hombre de más de 40 años, de pelo canoso, baja estatura y nacionalidad española, es un viejo conocido en el barrio por su carácter conflictivo. Siempre se hace acompañar de una mujer rubia, María, con la que, según denuncian los vecinos, se pasa todo el día discutiendo y provocando al vecindario, además de orinar y realizar sus necesidades a la vista de todos. Manuel, un vecino de la calle Adelantado, aseguró que anteanoche vio a la pareja durmiendo, como todas las noches, en un pasadizo que une esta calle con un parque. “Siempre están discutiendo unos con otros y no dejan dormir a los vecinos”. Este desagradable suceso ha llenado de indignación a los vecinos de los callejones de la Macarena, hartos ya de reclamar al Distrito una solución para la conflictiva presencia de tantos indigentes en el barrio, sobre los que la presencia del albergue municipal ejerce un efecto reclamo. José, vecino del número 27 de Don Fadrique, había discutido en más de una ocasión con el agresor y su pareja, puesto que ambos pasaban buena parte del día junto al portal de su vivienda. “Hemos mantenido ya varias reuniones en el centro cívico para exigir una solución, e incluso se han recogido firmas entre los vecinos. La Macarena se ha convertido en lugar de refugio para todos los indigentes que llegan a Sevilla desde cualquier parte del mundo”. Ana, otra vecina, asegura que han tenido que quitar los bancos de la plaza de la Centuria para que no sirviera de lugar de estancia habitual para tantos indigentes. Muchos de ellos provienen de la plaza del Pumarejo por el efecto llamada de las numerosas tiendas de chinos, más de cinco, según los vecinos, que jalonan la calle Don Fadrique, establecimientos donde se les venden litros de cerveza “a 1,20 la Cruzcampo y a 1 euros La Estrella”, por lo que están todo el día “alcoholizados”.

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