Medina Azahara vuelve a actuar enSevilla el próximo martes 3 de junio, pero esta vez no lo hará en una sala de música en directo o en un local al uso. La legendaria banda de rock andaluz se atreve a subirse nada menos que a las tablas del Lope de Vega para repasar sus tres décadas de éxitos y presentar de una forma «completamente diferente» su último trabajo, La memoria perdida, con el que vuelven a los sonidos de sus orígenes. Las entradas oscilan entre 10 y 30 euros y se pueden comprar en generaltickets.com. Los más veteranos, el vocalista Manuel Martínez y el guitarraPaco Ventura, atienden a El Correo.
¿Qué se va a encontrar el público que acuda al Lope de Vega? Manuel: Estamos preparando un concierto especial, que tendrá una parte en acústico. También repasaremos todas las canciones que forman parte de la historia de Medina Azahara. Queremos tener a la gente en vilo durante todo el espectáculo.
Paco: Es complicado elegir un repertorio para esta ocasión.Vamos a traer básicamente la gira de La memoria perdida, pero queremos intercalar un set acústico donde toquemos temas emblemáticos para darle un toque diferente y apropiado a un teatro.
¿Y cómo es eso de escuchar rock desde la butaca? P: Eso lo hace más atractivo. Hemos hecho actuaciones en otros teatros y llama mucho la atención el respeto del público, siempre pendiente del repertorio, aunque también lo hace más difícil. Es como cuando un actor de cine vuelve a subirse a un escenario. La gente está más cerca, ve tu reacción y tú la suya.Por eso hay que dar el cien por cien. Eso es más atractivo.
¿La gente aguanta sentada? M: Sí que aguantan y suelen aplaudir. Depende del tema que se vaya tocando. Al final la gente termina de pie. Pero nuestro público no es de los que se pone en pie rompiendo butacas, lo hace para agradecer el concierto. Cualquier sitio es bueno para escuchar rock.En otros países es más habitual ver rock o heavy en un teatro. En España se está empezando. Hace falta que el rock entre en todos los teatros.
Algunos artistas recurren al teatro porque no llenan los aforos de antes. ¿El rock también está notando la crisis? P: Se nota, pero nosotros lo hacemos no por temor a no llenar, sino por darle un punto de categoría a la actuación.Y ya que tenemos acceso al Lope queremos darle un plus y más valor a nuestro concierto. EnSevilla siempre nos ha ido bien en las salas, pero queremos probar un escenario diferente y emblemático.
Este sábado e lFestival Territorios rinde un homenaje a Triana. M: Sí, avisaron a nuestra representante, pero nos era imposible acudir, porque nos pilla trabajando. Nos parece bien que a un grupo tan emblemático como Triana, que abrió la puerta al rock andaluz, se le dé un homenaje. Ya se le dio uno a Jesús de la Rosa y ahí participamos muchos grupos y artistas. Ahora se hace a Triana al completo, que es un bonito ejemplo que había que seguir con otros grupos emblemáticos que han marcado la historia del rock.
Al margen del homenaje, ¿el rock está bien tratado en los festivales? P: El rock siempre va a estar marginado, no es un género abierto a las radiofórmulas y grandes empresas de televisión.Es verdad que hay grupos y grupos. Hay un abanico muy grandes de músicos haciendo rock de diferente manera.Medina Azahara, por ejemplo, puede tocar con Iron Maiden y con Camela. Nosotros somos de esos grupos abiertos.En los festivales que tocamos se nos trata estupendamente.Siempre se nos abren las puertas para todo.
¿Se sienten unos supervivientes? M: Después de tantos años, nos sentimos un grupo fortalecido y superviviente. Dentro de las bandas que intentan hacer rock andaluz, hay algunas que intentaron volver como Alameda o Triana. Medina Azahara no ha dejado de tocar nunca en directo. Quizá hubo un lapsus entre el cuarto y el quinto disco buscando compañía, pero siempre hemos estado en activo grabando cada dos años.Nos sentimos los ganadores del concurso. Continuamos con fuerza y ganas de seguir haciendo música.
¿Cómo ven ahora, 30 años después, los inicios, cuando el rock andaluz se quitó los complejos? M: Al rock andaluz, si le sobró algo fue espontaneidad. No sé si algún grupo de aquí tuvo complejo por cantar en andaluz, porque no lo hacíamos ni en castellano. Yo pienso que nosotros reflejábamos el sentir del pueblo, de Andalucía.En todo, en la música y en los textos.Pienso que si tuvimos un poco de complejo fue porque algunos nos lo metieron en el cuerpo cuando alguna gente, que no tenía que ver mucho con la música, sino con el espectáculo, inventó la movida madrileña. A lo mejor eso nos perjudicó un poco o mucho y sentimos un poco de complejo, pero el rock andaluz tuvo el atrevimiento de decir las cosas que se tenían que decir en su momento.
¿Y cómo está ahora? M: Está muy bien.Nosotros llevamos 21 discos y tenemos una buena salud musical. Tenemos giras internacionales y en todos los sitios se nos respeta como algo original.
P: Somos un punto y aparte dentro del rock. Hemos sido prácticamente el primer grupo que hizo rock en los ochenta. Hemos sabido desvincularnos de ese movimiento que nos daba por muertos y apartarnos de lo que olía a añejo de aquel rock andaluz para demostrar que estamos vivos. En este último disco sí hemos querido volver a aquel sonido de los ochenta, con La memoria perdida.Pero básicamente hemos huido de modas, confiando en nuestro instinto. Después de 30 años creo que no lo hemos hecho tan mal.
¿Lo andaluz se reivindica igual hoy que hace 30 años? M: Estamos en una situación parecida a lo que fueron los ochenta. Veníamos de una crisis grande. Había que cantar textos con atrevimiento, que era lo que la gente esperaba.Esta época se asemeja a lo que fueron aquellos años...
P: ...Nunca lanzando un mensaje de violencia, sino de inconformismo. Que la gente piense.
En su disco tienen varias colaboraciones. ¿Nos espera alguna sorpresa en el concierto? M: Hemos contactado con algunos artistas. Esperemos que haya alguna sorpresa, pero espero que la mayor de todas sea ver tocar a MedinaAzahara en elLope de Vega. Sobre todo por el repertorio. Nadie se espera lo que verá.
