La supuesta adjudicación fraudulenta del suelo de Mercasevilla a Sando vino acompañada de dos desembolsos de dinero que ya están en manos de la juez instructora.
Por un lado, los 246.000 euros donados a la fundación en dos pagos -cuando el contrato preveía una aportación anual de 30.000 euros durante cinco años-.
Por otro, el abono de casi un millón de euros firmado con un contrato legal en octubre de 2007 para financiar un Expediente de Regulación de Empleo de la plantilla de la empresa que afecta a 63 trabajadores y al que se han acogido ya 40. Éste tiene un coste total de 10,9 millones de euros.
Esta segunda operación, formalizada en un contrato remitido al Juzgado ayer por el PP, no figura en las cuentas de la empresa de 2008 y ni en la auditoría presentada ante el consejo de administración, que no recogen ninguna ayuda para financiar el plan de prejubilación.
El ERE fue pactado por la empresa y el comité, y en mayo de 2007 fue autorizado por la Consejería de Empleo. Afectaba a 63 trabajadores que podrían abandonar sus puestos al cumplir 50 años y acogerse a un plan de prejubilaciones hasta los 65. Eso sí, sus plazas no se perderían, sino que serían cubiertas.
Era un plan de rejuvenecimiento. Dos años y medio después, nadie quiere asumir el coste de esta operación, de casi 10 millones de euros. La Junta afirma que Mercasevilla fue antes y después del ERE a pedir financiación, y siempre encontró una respuesta negativa, extremo que niega el comité, que asegura que la Junta debía cofinanciar el expediente como hizo en 2003.
Pero Mercasevilla tenía otra vía de financiación. En el contrato investigado por la juez por el que Sando se hizo con los suelos se incluía la posibilidad de que "si Sanma obtenía la construcción de la nueva unidad alimentaria -la nueva Mercasevilla en Majarabique- tendría que asumir una serie de gastos de estudios y propuestas técnicas.
Pero antes incluso de que salieran a concurso ya empezó a pagarlas por adelantado. Dio 229.000 euros en 2006. E incluso se utilizó esa claúsula como base para exigir más dinero: cerca de un millón de euros para pagar el ERE que se debían abonar en tres anualidades -2007, 2008 y 2009-.
Se cambiaron las reglas: si Sando obtenía el nuevo contrato millonario de Mercasevilla se le descontarían estas cantidades. Si no, se cogerían de los 102 millones que Sando debía pagar cuando se completase la venta del suelo para construir viviendas.
De esta forma, económicamente Mercasevilla vinculaba el ERE y unos ingresos ya formalizados a que Sando obtuviera un segundo contrato para construir en Majarabique. Si no era así, debía devolverle 1,2 millones de euros, lo que hace que Sando ya no partiera en igualdad de condiciones.
Y este dinero, encima ya se ha gastado, al igual que los 246.000 euros abonados a la fundación. El PP recibió ayer esta documentación del nuevo director general de la empresa, Jordi Maymó -aunque paradójicamente ni él, ni la dirección de la empresa, ni el Ayuntamiento lo remitieron al Juzgado-, y la remitió a la jueza adjuntándole las cuentas de 2008 presentadas en el consejo de 2009.
En éstas aparecen dos referencias a estos gastos, pero ni rastro del pago del ERE. Por un lado, se plantea que Sando realizó en octubre de 2007 abonos relacionados con el traslado a Majarabique, y por otro, se consigna un ingreso de 851.657 euros -que encaja con un documento fechado en diciembre de 2008 como balance de las aportaciones de Sando a Merasevilla- vinculado a "programas sociales y mejoras empresariales".
Es más, en esas mismas cuentas, en cuya presentación se aludió a las pérdidas que genera el ERE, se plantea un gasto realizado durante 2008 para el citado expediente por 417.000 euros.
