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Deportes

Merino ‘invita’ a Mel

El Benito Villamarín se volcó en la fiesta de despedida del linense, bajo la mirada del madrileño, presente antes de su incorporación al equipo.

el 22 dic 2014 / 09:00 h.

La afición del Betis en el Benito Villamarín en el encuentro ante el Racing. Foto: Manu Gómez. La afición del Betis en el Benito Villamarín en el encuentro ante el Racing. Foto: Manu Gómez. Margota Piñero El último once de Merino fue diseñado para regalarle el homenaje más merecido al técnico que ha conseguido obtener el póquer de victorias en sus cuatro primeros y únicos encuentros al frente del equipo de La Palmera. El choque estuvo caracterizado por el ambiente cálido, a pesar de rondar los diez grados de temperatura, y la despedida de Merino fue culminada con una fiesta, pues en lugar de ser un adiós fue un  hasta luego. Parecía adormilada la grada cuando comenzó a poblarse. Sin embargo, la diana de Dani Ceballos a los tres minutos del arranque del envite hizo de alentador a los aficionados, desatando la fiesta en el Villamarín. Después de que el canterano haya celebrado los goles del conjunto verdiblanco como propios en partidos anteriores, el tanto del utrerano fue celebrado en el césped en una piña de todos los jugadores mientras el Villamarín se rendía al autor del gol. Ceballos ha asumido el rol de líder del conjunto con su garra y su perseverancia. Mientras tanto, el Villamarín rugía el nombre de Merino, apreciando su valor y sus resultados, mientras el técnico respondía con aplausos agradecidos a la grada. Fue el propio Merino quien sembró en Palamós las semillas del cambio de actitud del equipo verdiblanco, mimándolas durante semanas para conseguir resultados, y será Pepe Mel quien recoja los frutos del esfuerzo. Sin embargo, a pesar de que horas antes del partido se hizo oficial la esperada llegada del técnico madrileño al banquillo verdiblanco, el protagonista durante la fiesta vivida en el Villamarín fue el que había conseguido los 12 puntos de 12 posibles, manteniendo la portería a cero en todos sus choques ligueros. Precisamente, la ironía de la historia queda marcada cuando, hace 24 años, Merino debutaba en el Villamarín supliendo a Mel, y será hoy cuando se haga al revés, pero en el banquillo. En las gradas verdiblancas parecía que, ahora, había más cosas que celebrar. Fomentado por el gol tempranero, todo fueron aplausos al fútbol de los jugadores béticos, que parecieron recuperar poco a poco su intensidad. Pocos pitos quedaban ya, de aquellos que resonaban no hace mucho en los fríos encuentros del Betis que lo llevaban a deriva. Merino ha logrado reforzar el punto flaco del equipo, la defensa, con líneas más juntas y transmitiendo la garra que ya tenía como futbolista. Con la victoria ante un anulado Racing, se convierte en el cuarto entrenador de la historia del Betis que debuta con cuatro victorias, junto con Sempere, que acumuló cinco, Domingo Balmanya y Pepe Mel. Los aficionados volvieron a hacer del Villamarín un fortín en la semana más solidaria del Betis. Después de la recogida de alimentos y de juguetes, junto con las visitas a los hospitales, el conjunto verdiblanco se va de vacaciones de Navidad con el mejor regalo. Con el esperado gol de Molina se culminó el trabajo y el esfuerzo de toda la plantilla durante las últimas semanas. Los béticos presentes en el templo verdiblanco supieron respetar en todo momento el protagonismo de Merino, a pesar de la visita de Mel, primero en el palco y más tarde, en el vestuario. Los gritos de aliento y apoyo fueron en todo momento dirigidos al linense, además de a Capi, que fue empujado por los suplentes fuera del banquillo para recibir su homenaje. Una vez que el manteo a Merino por parte de técnicos y jugadores terminó, y abandonaron el césped hacia los vestuarios, fue cuando se dio la bienvenida a Mel, con cánticos, un año después de su marcha del club. Los béticos no tenían prisa por abandonar el estadio. Y no fue para menos.

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