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Merkamueble redecora la comarca

Ni diez minutos permaneció virgen el escaparate de la tienda de Merkamueble en Bollullos de la Mitación. Eso tardó el primer cliente en coger al dependiente y, catálogo en mano, decirle que quería el juego de sofás de la foto. Ese y no otro. Esa venta, la primera de muchas, fue el mejor síntoma de éxito de una tienda que ayer abrió sus puertas al Aljarafe.

el 16 sep 2009 / 01:22 h.

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Ni diez minutos permaneció virgen el escaparate de la tienda de Merkamueble en Bollullos de la Mitación. Eso tardó el primer cliente en coger al dependiente y, catálogo en mano, decirle que quería el juego de sofás de la foto. Ese y no otro. Esa venta, la primera de muchas, fue el mejor síntoma de éxito de una tienda que ayer abrió sus puertas al Aljarafe.

No había ni marabunta ni empujones en la apertura al público del macrocomplejo de Merkamueble. Pero entraba dentro de la lógica. Primero porque no es tiempo de rebajas -aunque las ofertas y descuentos en el estreno recordaban a ello-, y después porque las tiendas de muebles no son dadas a las colas y aglomeraciones, más bien a un goteo incesante de interesados en diseñar o redecorar su hogar, desde la cocina hasta el dormitorio. Y eso es lo que pasó en el complejo que la firma sevillana tiene, desde ayer, en Bollullos de la Mitación.

Prueba de ello fue que la primera compra llegó a los diez minutos y ya en la primera hora habían entrado en el centro más de 200 personas. A ellos, por su fidelidad, se les gratificó con una oferta especial: un 10% de descuento, añadido al que ya tenían varios de los productos, para los que efectuaran su compra en esta jornada inaugural. "Es una campaña dedicada a los que siempre han estado con nosotros", explica el presidente de la compañía, Francisco León, que no escondió su ilusión ante "el mayor centro del mueble de España".

Entre este grupo de fieles estaba Augusto Fonseca, de Bollullos de la Mitación, que acudió con la familia al completo: su mujer, sus padres y su niña, Ana, de sólo dos años y medio. El objeto de la visita no era otro que buscar un dormitorio para la pequeña, que todavía duerme con los padres. "Ya le toca tener una cama propia", manifiesta Augusto, mientras la niña va de habitación en habitación. Las quiere todas. Al final, ven una a la medida de la pequeña, con colores verdes "como el Betis" -apunta Augusto- y una rebaja, que "viene bien en tiempos de crisis".

En la otra punta de la tienda, Mariam Barba y Alejandro Ugarte, de Castilleja de la Cuesta, fijan su mirada en una estantería: habían encontrado el primer mueble para su nuevo piso, que por ahora "sólo tiene tres bombillas y media", como apunta el joven. Iban a tiro hecho, porque habían visto el mueble en un catálogo. "Ahora iremos poco a poco con el resto", puntualiza Mariam, mientras anota el precio del artículo.

Esta pareja es de las pocas que no tienen a su lado a un dependiente que les explique las bondades de cada uno de los artículos. De los más veteranos es Francisco Jiménez, que lleva ya 33 años en la firma sevillana y que ha visto "cuatro puertas diferentes", en alusión a las tiendas a las que ha prestado servicio. Y confiesa que está entusiasmado con este último complejo, con más de 25.000 metros cuadrados a los pies de la A-49 y que, tras su inauguración oficial al público, se encuentra preparada y a la espera de su gran prueba, que será este próximo fin de semana.

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