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Monteseirín: "No podemos poner un ejército en la Plaza España"

El alcalde pide civismo a los ciudadanos tras la restauración integral del monumento.

el 15 oct 2010 / 19:44 h.

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El alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, contempla los trabajos de restauración.

Para que los dos años de trabajo y los 9 millones de euros invertidos no caigan en saco roto, la recién restaurada Plaza de España -los actos de reinauguración empiezan hoy- necesita que sea excluida de los circuitos de los vándalos. Aunque la intención del Ayuntamiento es reforzar la seguridad del monumento declarado Bien de Interés Cultural, el propio alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, admitió ayer que si no hay civismo su conservación será muy difícil. "No podemos poner un ejército" para protegerlo, sentenció el primer edil.

Aunque indicó que se actuará para que no se produzcan deterioros "que siempre pueden ocurrir, porque vándalos hay en todos los sitios", en declaraciones a Radio Sevilla hizo un llamamiento al civismo, lamentando que siempre puede haber gente que no respete lo que es de todos, "y muchas veces hay incluso saña", apostilló.

El propio delegado de Urbanismo, Manuel Rey, coordinador de las obras de restauración integral, apuntó que ya había dos farolas rotas por "peñascazos".

Lo cierto es que el mantenimiento y la seguridad de la Plaza de España es lo que ahora más preocupa, por eso será el objetivo central de la entidad de conservación que formarán las tres administraciones con competencias: Estado, Junta y Ayuntamiento. La idea del Consistorio es que este nuevo órgano contrate a una empresa para las tareas de conservación, la vigilancia del recinto y la gestión de la explotación del monumento símbolo de la Exposición Iberoamericana.

Algunas de esas vías de financiación son el canon que paga la empresa concesionaria de las barcas, 40.000 euros anuales, las licencias de los quioscos, de los vendedores ambulantes y, sobre todo, de los eventos que se organizan en la plaza. La ocupación de un metro cuadrado cuesta 27 euros al día. El futuro museo de Aníbal González sería otra importante fuente de ingresos.

Sánchez Monteseirín incluso destacó ayer la fragilidad de la obra del 29: "Una pieza se rompía nada más mirarla", ironizó. Por ello, subrayó que, aunque no se vea, el trabajo de restauración dotó de más resistencia a la cerámica.
Tras un proceso "muy complicado", Sánchez Monteseirín felicitó a las distintas administraciones por haber logrado "aunarse y coordinarse". De hecho, la falta de consenso entre el Estado, la Junta y el Consistorio provocó que la plaza soportara muchos años de deterioro y olvido. Un estado tan lamentable que hasta el delegado de Urbanismo admitió que le daba "vergüenza".

Por otro lado, Sánchez Monteseirín también expuso la necesidad de ir "poco a poco" respecto a la retirada de los vehículos en otros puntos del parque, como la Glorieta de Covadonga. "Aunque tenemos que ir presionando para quitar los coches, no hay que hacerlo de una vez para que no haya un impacto negativo", dijo, dado que los trabajadores de la Plaza de España no tienen una zona de aparcamiento alternativa.

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