Este grancanario exigente como profesor, de carácter a veces seco pero con las puertas siempre abiertas a ayudar a todo el que se lo pidiera, "revolucionó la historiografía de Sevilla", recordaba ayer Ramón María Serrera, catedrático de Historia de América y discípulo de Morales Padrón desde 1968. 500 obras de investigación, 68 libros, medio millar de publicaciones... El legado de Morales Padrón forma parte ya de la historia de Sevilla, su "gran amor", apostilló Serrera. Pero, ¿fue correspondido? "Jamás -responde-, esta ciudad de golfos y desagradecidos nunca le hizo un homenaje", se lamenta. Los reconocimientos que recibió le llegaron desde el sector de la izquierda, siendo él "un hombre conservador y monárquico".
Serrera recuerda cómo "se quemó" el entonces rector Javier Pérez Royo ante el claustro para conseguir que Morales Padrón fuera nombrado profesor emérito de la Universidad de Sevilla en 1989. O la Medalla de Oro que le concedió el rector de la Universidad Internacional de Andalucía, Juan Manuel Suárez Japón, en enero pasado. O el premio de Humanidades de la Junta de Andalucía concedido en la etapa de Antonio Pascual como consejero. "Vivía obsesionado con Sevilla", resume Serrera, aludiendo a algunas de sus obras más conocidas y con las que proyectó el nombre de Sevilla internacionalmente: La ciudad del Quinientos, Sevilla insólita y Los conquistadores de América, entre otras.
Fue tal la devoción que le profesaba a esta ciudad, que en 1986 se convirtió en pregonero de la Semana Santa. "El profesor Morales Padrón se integró en la sociedad sevillana de una manera muy fuerte, pero la ciudad nunca ha sabido estar a su altura", comentó el americanista y diputado del PP Adolfo González.
Morales Padrón, junto con Calderón Quijano y Guillermo Céspedes del Castillo, fundó el departamento americanista de la Universidad de Sevilla, con el que consiguió poner a Sevilla en el panorama internacional. "Lo conocía todo el mundo", subraya Ramón María Serrera. Tal era ese conocimiento y prestigio que por la ciudad pasaron gracias a Morales Padrón nombres de la talla del premio Nobel de Literatura Miguel Ángel Asturias y un jovencísimo y apuesto peruano al que entonces nadie conocía y que hoy es reverenciado por todo el mundo, Mario Vargas Llosa, entre otros muchos.
El americanista Francisco Morales Padrón será despedido hoy a las 9.30 de la mañana en la parroquia de Santa Cruz. Pese a su origen canario, el que fuera decano de la antigua Facultad de Filosofía y Letras y director de la Academia de Buenas Letras se quedará para siempre en Sevilla (será enterrado en el cementerio de San Fernando) y en la memoria de todos aquellos que aprendieron de su maestría.
