Cinco niños y un adulto murieron en la tarde de ayer y otras 31 personas resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad, en la colisión de un tren regional con un autocar escolar en la región de los Alpes franceses, según informaron las autoridades del país vecino.
El accidente ocurrió a primera hora de la tarde en un paso a nivel en la localidad de Mesinges, en el departamento de Alta Saboya, región fronteriza con el norte de Italia.
Un portavoz de la Prefectura en Annecy indicó que se había constituido una célula de crisis para atender a las víctimas de este siniestro, cuyas causas precisas están todavía por determinar, ya que no hay indicios de infracción.
En el autocar escolar siniestrado, viajaban 50 niños que iban acompañados por varios adultos, con motivo de una excursión por la zona que tenía una duración de un solo día.
El Tren Exprés Regional (TER) había salido de Thonon-les-Bains y se dirigía a Annemasse.
Sin infracciones. Según las primeras constataciones hechas por personal de la compañía ferroviaria francesa SNCF, el dispositivo que activa la alerta sobre el paso a nivel no registró errores y funcionó con total normalidad.
En cuanto a las declaraciones oficiales, las del presidente francés, Nicolas Sarkozy, no fueron muy extensas ya que se encontraba en viaje oficial a la capital francesa. El presidente, hizo alusión en París al comenzar un discurso sobre la educación, al choque del cual hasta ese momento se tenían todavía pocos datos, y lo único que dijo fue que se había tratado de "un accidente muy grave".
Dos miembros del Gobierno francés, la ministra de Interior, Michèle Alliot-Marie, y el titular de Transportes, Dominique Bussereau, se trasladaron al lugar de los hechos, en la localidad de Mesinges, junto con el presidente de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), Guillaume Pepy.
