Unas 1.500 personas se acercaron a lo largo del día de ayer a la capilla ardiente situada en el Palau de la Generalitat para dar su último adiós a la pianista Alicia de Larrocha, fallecida el pasado viernes a los 86 años de edad. Numerosas personalidades del mundo de la cultura y de la política quisieron de este modo expresar su pésame a los familiares, así como un gran número de aficionados a la música y antiguos alumnos de esta intérprete de fama internacional.
La capilla ardiente se abrió a las 10.00 horas en el Salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat, como corresponde a las personalidades que han recibido la medalla de oro del gobierno catalán, máxima distinción de Cataluña, que le fue otorgada a la pianista en 1983.
Los familiares de la pianista acompañaron al féretro hasta el Palau de la Generalitat, donde fueron recibidos a primera hora por el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras. El féretro fue situado al fondo del salón, presidido por una foto de la pianista y rodeado de coronas de flores de diferentes instituciones. El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, los ex presidentes de la Generalitat Pasqual Maragall y Jordi Pujol, el conseller de Educación, Ernest Maragall, el presidente de CiU, Artur Mas y el candidato de CiU a la alcaldía, Xavier Trias, fueron algunas de las personalidades del mundo de la política que acudieron al Palau.
