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Multitudinario adiós a Pepe Peregil en Los Terceros

Su féretro fue despedido entre aplausos al término del funeral celebrado en la calle Sol

el 28 ene 2012 / 19:44 h.

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Desde media hora antes de que se iniciara el sepelio ya no cabía ni un solo alfiler en la iglesia de Los Terceros. Sus amigos, sus hermandades, sus compañeros de profesión, sus parroquianos del bar Quitapesares, todos quisieron estar presentes en la hora de su última despedida abarrotando la iglesia de Los Terceros y sus alrededores, escenario la tarde de ayer de las exequias del popular tabernero y saetero de Sevilla.


El vehículo que portaba el féretro con el cuerpo de Pepe Peregil se detuvo primero ante la puerta de la iglesia de Santa Catalina, lugar desde donde se inició una breve procesión hasta el templo de la Cena -una de sus hermandades- encabezada por la cruz parroquial, los acólitos, el sacerdote, el ataúd portado por sus amigos y detrás la familia, su mujer y sus tres hijos.


Bajo la atenta mirada del Cristo de la Humildad y Paciencia, que se hallaba ayer en besapiés, la misa fue oficiada por el capellán de Los Terceros, el salesiano Juan José Gutiérrez, y en su transcurso el grupo Cantores de Híspalis entonó el Padrenuestro con sus guitarras.


Entre los centenares de personas que abarrotaban el templo de la calle Sol se encontraban compañeros de tablas como Pastora Soler, El Mani, Enrique Casellas, guitarristas como Romero Pantoja y saeteros como Pili del Castillo, Angelita Iruela, el Sacri, amén de numerosos integrantes de la Escuela de Saetas de la hermandad de la Cena.


Hermano del Museo, la Exaltación, la Cena y el Rocío de Sevilla, una numerosa representación de sus juntas de gobierno, encabezadas por sus respectivos hermanos mayores, también asistió al sepelio del cantaor, fallecido el viernes a los 67 años víctima de un cáncer de páncreas.


Entre los bancos de la abarrotada iglesia también se pudieron ver los rostros del hermano mayor de la Macarena, Manuel García García; el decano del Colegio de Abogados, José Joaquín Gallardo; el alcalde de Manzanilla, Cristóbal Carrillo, localidad natal del fallecido; el tesorero del Consejo de Cofradías, Tomás Vega; y diversos representantes del gremio de la hostelería como Pedro Sánchez Cuerda y Rafael Juliá.


Los dos clubes de fútbol de la ciudad también estuvieron representados en las exequias: la delegación del equipo de la Palmera estaba encabezada por el presidente de la Fundación Real Betis, Rafael Gordillo, mientras que también pudo verse a exjugadores sevillistas como Diego Rodríguez o Pablo Alfaro.


A la finalización del sepelio, el féretro fue sacado de la iglesia entre los aplausos del numeroso público que aguardaba en la calle.


Pese a haber nacido en el pueblio onubense de Manzanilla, el Ayuntamiento de Sevilla lo distinguió en 2009 con la Medalla de la Ciudad. Su cuerpo fue incinerado en La Algaba y las cenizas fueron depositadas en el columbario de la capilla del Museo, bajo su Cristo de la Expiración y la Virgen de las Aguas.

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