Habrá quien se pregunte por el espectáculo en encuentros como el de ayer. Por el buen juego y por la magnificencia futbolística. Y habrá quien mire la clasificación y se frote las manos sin más al ver que el Sevilla suma una nueva victoria, una jornada más sin encajar y que ha recortado dos puntos al líder Barcelona. Este Sevilla ha demostrado que sabe hacer buen fútbol, que puede ganar a cualquiera, al Real Madrid al menos, jugando de tú a tú e intercambiando golpes si es necesario. Pero como si esa adulación se le hubiera subido a la cabeza, ayer, tras dos partidos consecutivos sin ganar y sin marcar goles, se volvió práctico. Qué digo práctico, el paradigma absoluto del pragmatismo.
Jugó un partido malo en Jerez, en el que corrió menos que otros días y jugó mucho menos que casi siempre, pero en el que ganó casi sin vaciar el depósito con dos zarpazos de sus dos espectaculares delanteros, que para eso los tiene, claro. Pareció visualizar el Sevilla el desarrollo del encuentro desde el minuto uno. Un rival inferior que iba a obligar a poco y un ritmo poco exigente. Así fue. El equipo de Jiménez, ante un Xerez pobre, realmente pobre, que tendrá que hacer milagros para mantenerse, jugó a velocidad de pachanga esperando que llegara el gol, que suponía, y bien, que iba a llegar. Poco importaba que el Xerez se encerrara, tapara las bandas o intentara salir a la contra. Estaba escrita la victoria. Y llegó. Se la inventó Negredo y al final Luis Fabiano, pero la victoria llegó. Y ante la verdad absoluta de los triunfos toda objeción es nimia.
La primera parte fue un tostón de cuidado. El Xerez jugó a no dejar jugar y el Sevilla parecía no querer hacerlo. Ante el repliegue descarado y exagerado del equipo de Ziganda, con diez futbolistas por detrás de la pelota, el Sevilla se vio cómodo y seguro con la pelota, pero hasta el punto de dormirse, perder de vista el factor sorpresa y despreciar la velocidad, con y sin el balón. El ritmo se convirtió en cansino y el Sevilla apenas pudo desarbolar a un conjunto azulino que supo protegerse por las bandas. Sólo a balón parado tuvo alguna ocasión peligrosa el conjunto hispalense (Negredo, m. 27, y Squillaci, en la siguiente acción). Por cómo discurría todo, con algún susto incluso para Varas con un remate de Maldonado en el área chica, tuvo más valor incluso la excepcional acción de Negredo que puso en ventaja al Sevilla al filo de descanso. Una bomba de Fernando Navarro la pinchó el madrileño en el área, la convirtió en sombrero y luego en gol para firmar el 0-1 (44’).
En la segunda mitad se repitió, susto arriba susto abajo, la misma película. Cierto que el Xerez salió con algo más de ímpetu, que Ziganda intentó dotar a su equipo de más calidad y menos pelea (salieron Viqueira, Antoñito y Momo) y que alguna ocasión tuvieron los azulinos, sobre todo un remate de Leandro que detuvo Varas (84’), pero en realidad el Sevilla nunca pasó más apuros de los debidos. Se limitó a intentar tener la pelota y buscar sin demasiado riesgo la portería de Renan cuando se descuidaba la ya de por sí bisoña zaga gaditana. Las ocasiones brillaron, en todo caso, por su ausencia. De hecho, hasta Jiménez optó en esta ocasión por el conservadurismo. Sacó a Negredo, para reservarlo y para dejar a Luis Fabiano esta vez en el campo durante los 90 minutos, para meter en el campo a Duscher –por Romaric ni se pregunta– con la intención de contener las tímidas acometidas jerezanas. El partido languidecía por la impotencia de unos y por el desapego de otros cuando el Sevilla dio su segundo y definitivo zarpazo para, el menos, dejar un buen sabor de boca a los sevillistas que se desplazaron a casa de sus hermanados aficionados azulinos. Una buena acción de Navas, de los más activos una vez más, la aprovechó de forma impecable Luis Fabiano para cerrar el encuentro y solventar uno de los partidos en los que todo lo que no sea ganar es un desastre. El Sevilla sacó tres puntos sin emplearse a fondo que lo mantienen como alternativa. Y ante eso no hay anda que discutir.
- Ficha técnica:
0 - Xerez Deportivo: Renan; Bergantiños, Leandro, Francis, Bermejo, Orellana, Carlos Calvo (Momo, m.75), Maldonado (Antoñito, m.59), Casado, Aythami y Keita (Viqueira, m.51).
2 - Sevilla FC: Javi Varas; Konko, Squillaci, Dragutinovic, Fernando Navarro; Jesús Navas, Zokora, Renato (Koné, m.90), Perotti (Diego Capel, m.75); Negredo (Duscher, m.68) y Luis Fabiano.
Goles: 0-1, M.42: Negredo. 0-2, M.89: Luis Fabiano.
Árbitro: González Vázquez (Comité Gallego). Amonestó a los locales Leandro, Carlos Calvo, Casado y Keita y a los visitantes Fernando Navarro, Dragutinovic y Duscher.
Incidencias: Partido disputado en el estadio Chapín ante cerca de 21.000 espectadores que casi llenaron sus gradas, entre ellos unos tres mil seguidores sevillistas. Terreno de juego en irregulares condiciones.
