"Las investigaciones fueron incompletas en algunos casos o no cumplieron los estándares internacionales en otros", señaló el presidente del Comité, Christian Tomuschat. Igualmente, este organismo explicó que buscó la cooperación de ambas partes y que sólo encontró una respuesta positiva del lado palestino.
"Lamentablemente, el Comité no obtuvo ninguna respuesta a las numerosas peticiones de cooperación y acceso a Israel y a Cisjordania desde Israel. En contraste, el Comité recibió cooperación y asistencia del lado palestino", explicó Tomuschat.
Este grupo de expertos fue creado por el Consejo de Derechos Humanos a principios de 2010, para verificar la aplicación de las conclusiones de la Comisión presidida por el juez sudafricano Richard Goldstone, que investigó los posibles crímenes de guerra cometidos por Israel y Hamás durante los 23 días de ofensiva hebra en la Franja. Durante ese periodo, 1.400 palestinos, en su mayoría civiles, y tres civiles israelíes perdieron la vida durante el conflicto, según recuentos hospitalarios locales y de ONG israelíes, palestinas e internacionales.
El informe Goldstone determinó que ambas partes incurrieron en crímenes de guerra, violaciones de los derechos humanos y "posibles" crímenes contra la humanidad. En este sentido, la Comisión Goldstone recomendó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que se asegurara de que las dos partes emprendían acciones legales contra los responsables, o de lo contrario, y de acuerdo al derecho internacional, lo hiciera la comunidad internacional.
En su informe conocido ayer, el Comité hace una diferencia entre la Autoridad Palestina y los líderes de Hamás, recordando que los primeros establecieron una comisión de investigación independiente que detectó que funcionarios públicos cometieron violaciones de los derechos humanos en Cisjordania. "Dicha comisión cumplió con los estándares internacionales", puntualiza el Comité, mientras que lamenta que las dos comisiones de investigación establecidas por el Gobierno de facto en Gaza "no hayan hecho serios esfuerzos para investigar las acusaciones recogidas en el informe Goldstone".
En referencia a Israel, el Comité denuncia "la falta de cooperación" del Gobierno. "Israel no llevó a cabo investigaciones en los niveles más altos de decisión, y no investigó las acusaciones de violaciones de los derechos humanos en Cisjordania mientras se desarrollaba el conflicto en Gaza", destacó el Comité.
Referéndum de paz. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró estar a favor de la celebración de un referéndum nacional para refrendar un futuro acuerdo de paz con los palestinos.
Según el diputado Ofir Akunis, cercano a Netanyahu, "si se alcanza un acuerdo, está claro que es un asunto contencioso en la sociedad israelí, lo que justifica acudir al público y preguntarle si está de acuerdo o se opone al mismo",.
Esta iniciativa tiene lugar tres semanas después de que israelíes y palestinos iniciasen un diálogo directo, impulsado por Washington, que tiene como objetivo la creación de un estado palestino y la resolución de todas las disputas que les enfrentan.
No obstante, el diputado Nahman Shai, del principal partido de la oposición (Kadima), criticó duramente la propuesta y aseguró al diario Yediot Aharonot que es "un intento de Netanyahu de atarse los pies". "Por cada paso que el Gobierno da hacia delante, da dos para atrás. El Gobierno tiene un mandato absoluto para alcanzar un acuerdo (de paz) con los palestinos, sujeto a la ratificación del Parlamento", añadió.