¿Qué le ha llevado a presentarse su candidatura a las elecciones a juez decano de Sevilla?
Pues lo que me ha movido a presentar mi candidatura para estas elecciones al Decanato, que se celebran mañana, es la ilusión en aportar mi visión de la judicatura, defender los intereses de los jueces y magistrados de Sevilla y contribuir con ellos a la dignidad de la carrera.
¿Cuáles son los retos que se ha propuesto en caso de que resultara elegido por sus compañeros?
En primer lugar, me gustaría dar a conocer los problemas que tienen y sufren en la actualidad los juzgados de Sevilla y aportar posibles soluciones técnicas y prácticas, reasignando y reordenado los medios de los que disponemos. Eso sí, siempre desde el acuerdo de todos los jueces y magistrados a los que pretendo representar.
Además, creo que es posible una sustancial mejora tanto del servicio público, Administración de Justicia, como también creo que hay que trabajar para hacer valer aquellas reivindicaciones comunes que se refieren a nuestros propios intereses profesionales.
Si gana, ¿cuáles son las prioridades irrenunciables en estos tiempos para la Justicia?
No se puede renunciar a la modernización. Ya en momentos mejores económicamente hablando no se ha impulsado lo suficiente y no cabe ignorar ahora este problema, pese a la situación de crisis. Téngase en cuenta que la Justicia eficaz informa un buen funcionamiento de la sociedad en todos sus órdenes. Lo que ha ocurrido es que la inversión en Justicia en los últimos años, antes de la crisis económica, ha sido muy pequeña y no ha habido una preocupación real por mejorar su funcionamiento por parte de las administraciones. Si no se favorecen los medios y se propicia la modernización y reestructuración de los existentes, la Justicia como tal es inoperante porque llega tarde y, por tanto, no da una respuesta válida.
¿Qué le parece que el nuevo consejero haya dado por descartada la Ciudad de la Justicia?
El consejero de Justicia debe responder a la realidad y quizá hasta ahora ha faltado decirlo claramente, aunque con tantos proyectos ya podía intuirse que a corto plazo no se iba a abordar el proyecto de la Ciudad de la Justicia. En cualquier caso las instalaciones actuales necesitan un mantenimiento importante y, además, no puede olvidarse que la mayoría de las sedes judiciales son alquiladas lo que no exime del deber de conservación de la mismas.
¿Cree que la reducción de partidos judiciales que propone el CGPJ servirá para agilizar?
Creo que le mapa judicial vigente responde a criterios del momento en que se dibujó y no de la actualidad. Ahora la situación ha cambiado, las distancias son menores y el auge de la administración electrónica han propiciado un acercamiento real del ciudadano sin necesidad de desplazarse.
¿La modernización de la Justicia sigue siendo la gran asignatura pendiente?
Desde luego, esto en cualquier sector público se puede apreciar, sin medios, tecnología e inversión no puede esperarse una respuesta del siglo XXI con herramientas del XIX.
