El Real Betis afronta esta noche en Irún un ilusionante partido de Copa. En la frontera hispano-francesa, en un campo de raigambre como el Gal y con la amenaza de la nieve, los de Chaparro deben dar un paso adelante en un torneo que se ha convertido en la única ilusión del bético.
Hondarribia, una ciudad de 14.000 habitantes fortificada por siglos de luchas contra el vecino francés, se convirtió en la tarde de ayer en el cuartel general del Real Betis. Magnífico el paisaje de este salvaje trozo de litoral vasco y no tanto las circunstancias meteorológicas que lo rodean. Al nivel del mar estuvo a punto de cuajar el agua nieve que ayer cayó sobre la monumental Hondarribia (Fuenterrabia en castellano), donde el vocablo Gal se une al bello deporte del fútbol y no a truculentas historias de la actual democracia española en una tierra cosida demasiadas veces a fuego y sangre.
El presidente José León encabezó la expedición del Real Betis que partió en la tarde de ayer desde el aeropuerto de Sevilla para instalar el cuartel general en el Hotel Río Bidasosa, a sólo 500 metros del propio aeropuerto de San Sebastián y de una localidad de gran belleza. No están los ánimos demasiado elevados en el Betis, pero la Copa, tal y como afirma el propio Francisco Chaparro, es un torneo muy importante para el club.
El entrenador compareció en sala de prensa para referirse en primer lugar a un asunto que puede traer muchos quebraderos de cabeza, la portería. "Ricardo va a jugar porque es el portero de la Copa y además tiene posibilidades en la Liga si hace un buen partido", aclaró el entrenador verdiblanco, quien se refirió a la importancia que tiene la Copa para el Real Betis: "La Copa es importante y la Liga muy importante, sobre todo después de los resultados que hemos tenido en los últimos encuentros". Después de confirmar que habrá varios cambios en el once inicial con respecto al once que perdió en Almería, Chaparro aludió al rival de esta noche: "Es mejor este equipo que un Primera, pero si no estamos muy concentrados lo vamos a pasar mal. Es un equipo organizado, serio, hemos visto un vídeo de un Real Unión que juega al error del adversario y que tiene mucho peligro. Lo más importante es no tener desaplicaciones, como ya las definió Cantatore".
Lo que sí tiene claro el preparador bético es que a pesar de las últimas derrotas del equipo, no se variará el estilo de juego. "Creo que jugando de esta forma tenemos más probabilidades de ganar los partidos. Los equipos, como el Almería, prácticamente ni nos llegan, y son sólo esos errores puntuales los que nos hacen perder. Tanto ante el Real Unión como el Málaga hay que jugar con concentración".
