Economía

Otro otoño para apretarse el cinturón

Lo peor será el paro, puesto que la destrucción de empleo continuará en los próximos meses. Eso sí, los analistas consideran que lo peor de la crisis ya ha pasado

el 03 sep 2010 / 20:22 h.

La prudencia se adueña de los expertos al hablar del nuevo curso económico y aún nadie sentencia que la ansiada recuperación de la economía está ahí, a la vuelta de la esquina. No pintan el horizonte en negro, pero tampoco en verde, como así colorea el Gobierno central. Y para constatar la mejoría, pronostican, habrá que aguardar a bien entrado 2011, y para el empleo todavía más, como pronto a finales del próximo. Pero, eso sí, coinciden en que lo peor ya ha pasado y, de haber recaída, ésta será transitoria.

Preguntemos primero a un financiero. Agustín Vidal, director territorial sur de BBVA, sostiene que España todavía sufrirá en los próximos trimestres "una serie de choques externos" que agregarán inestabilidad al crecimiento. Por una parte está la credibilidad del Estado para cumplir el ajuste fiscal, esto es, el recorte de las cuentas públicas, y el arrastre que éste ejerza en la actividad productiva. Y por otra, pervive aún una gran incertidumbre en los mercados financieros y de capital.

Desde la firma Analistas Económicos de Andalucía, el servicio de estudios de Unicaja, su director, Francisco Villalba, estima que la "gravedad" de la crisis ya ha tocado suelo. Sin embargo, precisa, no cabe hablar de que hay ya recuperación si por ésta se entiende una economía que crece y genera empleo.

Que la recuperación será lenta es una afirmación que comparten Vidal y Villalba. De hecho, los cálculos recientes de Eurostat, la oficina estadística comunitaria, revelan una Unión Europea que camina a dos velocidades, una rápida que encabeza Alemania, otra rezagada en la que se incluye España.

"Habrá que esperar a 2011 para que el proceso de lenta pero progresiva recuperación económica se materialice en una tasa de crecimiento anual positiva. Nuestras previsiones cifran el crecimiento del PIB en un 0,7% para España", expone el directivo de BBVA. Pero este relativo optimismo se torna pesadumbre al analizar las perspectivas laborales.

En efecto, Agustín Vidal indica que el ritmo de la recuperación es "excesivamente lento e incapaz aún de generar un crecimiento sostenido del empleo". El PIB necesita aumentar por encima del 1% para crear puestos de trabajo, de ahí que la reducción de la tasa de paro (el 20,09%) requerirá de incrementos aún mayores.

Villalba opina tres cuartos de lo mismo, dado que retrasa la recuperación del empleo a 2011, no a primeros, sino más bien a la segunda mitad del año. Y en lo que queda de 2010, aún habrá sangría laboral.

¿Cabe la posibilidad de una recaída de la economía? No se descarta, responden los expertos consultados. "Dada la debilidad de la recuperación, es de esperar que España vuelva a mostrar tasas de crecimiento intertrimestral para el PIB negativas, posiblemente en el tercer trimestre, si bien de intensidad mucho menor respecto a las que se registraron durante 2008 y 2009", argumenta Agustín Vidal.

Junto con la incertidumbre de los mercados de capital y sus ataques a la emisiones de deuda española, que parecen en principio aplacados, queda por determinar el impacto que, sobre la economía española, tendrá el tijeretazo en el gasto público, en especial en infraestructuras, y la subida del IVA que entró en vigor el pasado 1 de julio.

En lo que respecta al Impuesto sobre el Valor Añadido, aún no se perciben sus efectos sobre la actividad productiva y el consumo -¿éste se reducirá?-, puesto que no pocas empresas, sobre todo el comercio, han optado por no aplicar el aumento fiscal y cargarlo contra sus cuentas. Sin embargo, ¿hasta cuándo?

Y si preguntamos por el gasto público, y con él la inversión, "el ajuste fiscal acometido por el Gobierno es necesario, ineludible y factible", convienen los expertos. De hecho, hay quienes, como Antonio García de Castro, director del Instituto Internacional San Telmo -la principal escuela de negocios andaluza-, consideran incluso que este ajuste se debe emprender también en el Estado del Bienestar -léase, gasto social- sin que perjudique, eso sí, a quienes más sufren la crisis.

García de Castro dice ser realista, "y no pesimista", cuando vaticina un lustro de estancamiento en el empleo. Hasta 2014, pronostica, no habrá recuperación laboral real.

Pero al margen de las opiniones de los expertos, el nuevo curso económico se inicia con la reforma laboral -ni fu ni fa en los dos primeros meses de aplicación en su objetivo principal, la creación de empleo indefinido y, por ende, la reducción de las tasas de temporalidad-, el debate sobre la reforma de las pensiones, la incertidumbre sobre la elaboración de los Presupuestos, la posible alza de impuestos y, por supuesto, la huelga general del 29-S.

Impuestos. El ajuste fiscal del Estado se ha acometido hasta ahora por la vía del gasto, y ahí queda, por ejemplo, el recorte en la inversión pública en infraestructuras.

Expertos como Francisco Villalba, de Analistas Económicos de Andalucía, y Fernando Faces, del Instituto Internacional San Telmo, consideran que también habrá que recaudar más, y el único camino que al Gobierno le queda es aumentar los impuestos.

Sólo ha tocado el IVA, que subió en julio pasado. Emilio Ontiveros, de Analistas Financieros Internacionales, advierte, sin embargo, de que no es momento para las alzas.

El Ejecutivo no termina de deshojar la margarita de si subirá o no los impuestos, y sólo prevé hacerlo para los ricos. Cabe la posibilidad de no subirlos pero sí eliminar deducciones como en Francia. Un aumento encubierto.

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