Ala vez que la noticia sobre el proyecto del jardín en el cementerio de San Fernando para honrar a nuestros poetas, ha llegado un libro de Javier Osuna sobre el Tío de la Tiza, figura preeminente del Carnaval gaditano. Hace años publicó 'Cádiz, cuna de dos cantes', un camino bien empedrado sobre la relación entre los cantes carnavalescos y el flamenco; en éste dedica dos capítulos a Sevilla: uno para ofrecernos sus investigaciones sobre el carnaval sevillano desde mediados del XIX a la segunda década del XX (sólo Pepe Aguilar había tratado el tema con anterioridad) y el otro detallándonos los años sevillanos de Antonio Rodríguez, el Tío de la Tiza, que fueron los últimos de su vida.
Tras años componiendo para Sevilla descansó en el cementerio de San Fernando en una sepultura que Javier Osuna no pudo encontrar seguramente porque, al ser de segunda clase, ya no existe, como tampoco -por la misma razón- la de Antonio Machado Álvarez, Demófilo, primer espigador de cantes flamencos. Así habrá muchos más. La buena idea del Jardín de los poetas debería realizarse uniendo a escritores cultos y populares y recordándolos a todos. Primero porque muchos de los primeros -Manuel Machado, Montesinos...- escribieron coplas, segundo porque las de algunos de los segundos -Rafael de León- son magníficas y, tercero, para hacer verdad que los sentimientos y la muerte nos igualan.
Antonio Zoido es escritor e historiador
