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Para multiplicar la codicia

Tras sumar un balsámico triunfo a domicilio ante el Villarreal, el Sevilla regresa al Ramón Sánchez Pizjuán con el único propósito de garantizar su presencia en la Champions y con el deseo de apagar las críticas hacia Manolo Jiménez. La no renovación de Valverde en Olympiacos aplicará un plus de curiosidad al encuentro.

el 16 sep 2009 / 02:27 h.

Tras sumar un balsámico triunfo a domicilio ante el Villarreal, el Sevilla regresa al Ramón Sánchez Pizjuán con el único propósito de garantizar su presencia en la Champions y con el deseo de apagar las críticas hacia Manolo Jiménez. La no renovación de Valverde en Olympiacos aplicará un plus de curiosidad al encuentro.

Dos destellos de calidad de Luis Fabiano y Kanouté certificaron el triunfo del Sevilla en El Madrigal e inauguraron una nueva era en el Ramón Sánchez Pizjuán. Con el anhelado Valverde divorciado de Olympiacos y Jiménez crecido, el conjunto de Nervión recibe a un Mallorca que, con la salvación en el equipaje, se desplaza con el único aliciente de dinamitar la lucha por la tercera plaza, propiedad de los hispalenses, con cuatro puntos de renta sobre el Valencia de Unai Emery. De dinamitar y de engrosar sus nóminas -la plantilla cobrará primas por ser novenos-.

Jiménez regresa a Nervión tras las críticas de la derrota ante el Real Madrid de Juande Ramos, su antecesor y cuya sombra no ha sido capaz de digerir el arahalense. Las ausencias afectan a un equipo que, sin la presión de la última comparecencia en su feudo, busca los tres puntos para pulverizar la oposición de Valencia y Villarreal. Un total de cinco damnificados, sin añadir a Javi Navarro, forman la lista de bajas del plantel blanquirrojo.

El de Arahal no ha citado a los lesionados Acosta, Fazio, Chevantón y Javi Navarro, ni a los sancionados Konko, autoexpulsado en El Madrigal, y Fernando Navarro, que cumplirá ciclo de amonestaciones. Por decisión técnica ha decidido excluir al loreño José Ángel Crespo, sin protagonismo pese a la baja del lateral diestro francés. Tras la sesión de ayer, las dudas sobre el once titular han crecido, aunque el brasileño Adriano y el serbio Drago serán, a priori, los inquilinos de los laterales.

El regreso de Romaric a la convocatoria y de Jesús Navas al once inicial añade pólvora a un plantel que se ha conjurado para sellar el epílogo de la Liga con nota. La no renovación de Ernesto Valverde en Olympiacos y la presencia de Gregorio Manzano y Martí en el rival impregnan de un aroma especial un encuentro en el que los locales podrían sentenciar la pugna por la tercera plaza. Los de Jiménez deberán cumplir con su anhelo ante un oponente crecido y con unos registros de vértigo.

El cuadro balear, que a finales de 2008 buscaba oxígeno desde el fondo de la tabla, presenta unos números brillantes en la segunda vuelta de la Liga. Los discípulos del jiennense Gregorio Manzano son el tercer mejor equipo desde que se alcanzó el ecuador del actual ejercicio gracias a sus 31 puntos, 4 menos que el Barcelona, tiránico líder, finalista de Copa de Europa y Copa del Rey y virtual campeón doméstico. Para anular el estado de gracia bermellón, Jiménez dispondrá su once de gala y repetirá el 4-4-2 que ya dotó de una ambición especial a la escuadra andaluza en Villarreal.

Las historias de Manzano, uno de los futuribles de la amplia agenda del Sevilla, y Jiménez, actual técnico, son diametralmente opuestas. El Ono Estadi quiso decapitar al de Bailén mientras en Nervión ensalzaban la figura del otrora internacional. Ahora, en el ocaso de la Liga, uno, el arahalense, busca crédito para que su codiciada labor no sea propiedad de Valverde en el verano de 2009, y otro, el bailenense, para prolongar la reacción insular.

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