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Patética imagen, mal resultado..., y suerte que hay vuelta

Ni nevó ni llovió, el césped estaba en buen estado, el once del Sevilla parecía competitivo..., no hay excusas que valgan. El equipo nervionense cayó ante un rival inferior (no ayer) que puso más ganas, fútbol e intensidad que los de Jiménez. Menos mal que queda la vuelta, porque por lo visto en Ponferrada este equipo no merece seguir en la competición.

el 15 sep 2009 / 17:36 h.

Ni nevó ni llovió, el césped estaba en buen estado, el once del Sevilla parecía competitivo..., no hay excusas que valgan. El equipo nervionense cayó ante un rival inferior (no ayer) que puso más ganas, fútbol e intensidad que los de Jiménez. Menos mal que queda la vuelta, porque por lo visto en Ponferrada este equipo no merece seguir en la competición.

Que le dé gracias el club nervionense a la condescendencia de la Federación con los grandes, porque si esta eliminatoria fuera, como hace años, a partido único ya estaría apeado de la Copa, y con toda la justicia del mundo. El Sevilla ofreció ayer una imagen lamentable, y no por juego, que también, sino por actitud. Los hombres de Jiménez tardaron en enterarse de qué iba el partido media hora, en la que Javi Varas evitó una auténtica debacle. Luego, cuando parecía que el partido moría con un injusto empate, Portilla hizo justicia y dio el premio al que lo buscó y lo sudó. Claro que queda el partido de vuelta, y claro que el conjunto sevillista puede y debe dar la vuelta a la eliminatoria, de lo contrario el fracaso sería estrepitoso, pero lo ocurrido ayer en el Bierzo es un auténtico aviso a navegantes.

La primera parte del Sevilla fue realmente patética y solo Javi Varas evitó que la Ponferradina se marchara al descanso con un marcador, y amplio, favorable. Y solo es atribuible a la relajación, porque el césped estaba en perfectas condiciones (ni lluvia ni nieve) y las temperaturas, siendo frías, eran soportables. En los primeros diez minutos los locales dispusieron de hasta cuatro ocasiones claras, todas originadas en la banda izquierda, en las botas del 'Kun del Toralín', Jonathan Valle. Especialmente claras fueron las ocasiones que desperdiciaron Rubén Vega e Irurzun, una pesadilla para los centrales sevillistas, aunque no pudo superar a Varas. Las oportunidades de la Ponferradina no eran más que una ilustración de la mandanga que invadió a los de Jiménez en la primera mitad. Los dos delanteros, Luis Fabiano y Renato, la esperaban al pie, se movían lo mínimo y apenas apoyaban a los pivotes, que por otra parte se olvidaron de correr hacia atrás, para alegría y regocijo del ex sevillista Rubén Vega, que creó más peligro en diez minutos que en media temporada en Nervión. Compitiendo por el Oscar a la relajación también se encontraban Konko y Squillaci, a los que el pequeño Valle volvió loco, y para rematar, un nulo Crespo. Se salvaron de la quema Armenteros, que puso voluntad a falta de balones (el más bajo que le llegó fue a 170 centímetros del suelo), y De Mul, de cuyas botas nacieron las aproximaciones, no ocasiones, del Sevilla en esta lamentable primera parte en cuanto a los nervionenses se refiere.

Intento de solución. Jiménez intentó dotar a su equipo de mayor presencia tras el descanso moviendo el banquillo. Fernando Navarro suplió a Crespo y Navas, a De Mul. Con dos de los titulares habituales pretendía que el Sevilla ganara en intensidad, pero el que la seguía poniendo en dosis infinitamente mayores era el equipo del Bierzo. Con todo, tras otra clara ocasión de Irurzun (51'), la Ponferradina apenas se acercó a la portería de Varas. El cansancio hacía mella en sus jugadores y la salida de Navas dotó a los andaluces de posesión de balón y de sentido común. Con los minutos el Sevilla se fue creciendo e incluso acumuló alguna que otra ocasión (Konko, m. 78), pero poco más. Parecía que con el injusto empate, por los méritos de uno y de otro, expiraría la ida, pero un nuevo despeje inadecuado, una nueva ausencia de los pivotes sevillistas en su zona y una aparición fulgurante de Portilla terminaron de ridiculizar a un equipo que presume de grande, pero que ayer, al menos no lo fue.

-Ficha Técnica:

1 - Ponferradina: Alejandro; Aitor, Bornes, Povedano, Pepe; Jonathan, Portilla; Fran (Borreguero, min. 83), Rubén Vega, Jonathan Valle (Ernesto, min. 66); e Irurzun (De Paula, min. 74).

0 - Sevilla: Javi Varas; Konko, Squillaci, David Prieto, Crespo (Fernando Navarro, min. 46); Romaric, Fazio; De Mul (Jesús Navas, min. 52), Renato (Carreño, min. 69), Armenteros; y Luis Fabiano.

Goles: 1-0, m.91: Portilla.

Árbitro: Muñiz Fernández (Colegio asturiano). Mostró tarjetas amarillas a Fran (m. 21) por la Ponferradina y a Romaric (m. 53) por el Sevilla.

Incidencias: Partido correspondiente a la ronda de dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado 7.700 espectadores en El Toralín.

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