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Pepés subasta su pensión

José Martínez, Pepés para los amigos de toda la vida, se jubila. Acaba de cumplir 65 años y ha dicho que no espera ni un día para empezar a cobrar la pensión. Cree que le va quedar cerca de la máxima pues en los últimos quince años en activo cotizó con arreglo al muy buen sueldo que tenía en la empresa, y después ha seguido como autónomo hasta alcanzar la edad reglamentaria.

el 15 sep 2009 / 08:53 h.

José Martínez, Pepés para los amigos de toda la vida, se jubila. Acaba de cumplir 65 años y ha dicho que no espera ni un día para empezar a cobrar la pensión. Cree que le va quedar cerca de la máxima pues en los últimos quince años en activo cotizó con arreglo al muy buen sueldo que tenía en la empresa, y después ha seguido como autónomo hasta alcanzar la edad reglamentaria. A José le llamamos Pepés porque, cuando volvió de Madrid ya licenciado en Derecho, hace unos cuarenta años, venía hablando fino, se le escapaban las eses finales, y algún guasón de la panda le puso Pepés, con el que se ha quedado de por vida. Es un buenazo y el primero de nosotros que se jubila.

En la tertulia del café de media mañana le están comiendo el coco para que no domicilie sin más la pensión en cualquier entidad bancaria. Y Pepés se ha puesto a estudiar las ofertas, que van desde el sorteo diario de 30.000 ? al depósito creciente remunerado al 5,50 por 100, sin olvidar otras ofertas como el regalo de una ciclostatic o un viaje con su esposa a Nueva York, todo incluido. Está decidido a apuntarse al mejor postor, aunque él ha sido siempre, y le gusta recitarlo, hombre de un solo Banco, de un solo periódico y de una sola mujer

En ello estaba cuando ha recibido una carta del ministro de Trabajo anunciándole que ante su inminente jubilación puede optar por continuar en activo, cotizando solamente una ínfima cantidad, con lo que su pensión se revalorizaría el 2 por 100 cada año más de los 65, única posibilidad legal de superar la máxima establecida por ley.

Bueno, si Pepés estaba aturdido con tanta oferta bancaria, la carta del ministro ha venido a rematarle la confusión. No para de echar cuentas: bien está el 2 por 100 de incremento, pero dejaría de ingresar al menos treinta mil euros anuales, sin saber además lo que la Providencia nos tiene reservado. ¿No será que se les está acabando el dinero -nos pregunta Pepés en la tertulia- y quieren retrasar el pago de las pensiones? Tranquilo, amigo, la cosa no va por ahí. Es cierto que la expectativa de vida se ha ampliado y que cada vez hay mayor número de jubilados, amenazando desquilibrar esa delicada ecuación entre trabajadores en activo, y por tanto cotizantes a la Seguridad Social, y pensionistas, o beneficiarios de las prestaciones para las que han estado contribuyendo durante toda su vida laboral.

De ahí que el Gobierno busque fórmulas paliativas del riesgo futuro en que puede incurrir el fondo destinado a las clases pasivas, con más obligaciones de pago conforme mejora la salud y el bienestar de los españoles.

Pepés está hecho un lío, y el caso es que quiere dejar resuelto el problema antes de irse al pueblo de vacaciones. Por lo que nos ha pedido a los de la panda del café mañanero que le hagamos sugerencias sobre la mejor forma de cobrar su pensión, cosa que a todos nos viene muy bien porque en cuestión de meses iremos uno detrás de otro echando los papeles para el bien merecido retiro. Que ya va siendo hora.

Periodista

gimenezaleman@gmail.com

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