Rubén y Leiva, o lo que es lo mismo, Pereza, aterrizaron anoche en Sevilla para presentar en el Palacio de Exposiciones y Congresos Aviones, el último disco de este grupo madrileño de pop-rock que está arrasando con su gira por teatros y escenarios medianos y que dejó Fibes sin una sola entrada para el concierto de ayer.
"Este tour está teniendo muy buena acogida. Los teatros son un recinto que de alguna forma le pegan a este último trabajo, mucho más íntimo. Buscamos un sonido más cercano y teníamos este capricho desde hacía años. Al fin nos hemos resarcido", relata a El Correo Rubén.
Este dúo, que nació en 2001, suma seis álbumes de estudio en los que ha evolucionado desde los sonidos más poperos hasta este último trabajo, en el que alcanza su "sonido más acústico".
"Sevilla siempre nos ha dado muy buena respuesta y cariño, porque aquí tenemos muchos amigos", relata el guitarrista. A su juicio, "los conciertos de este tipo son un buen antídoto contra la crisis, ya que el negocio musical cada vez está peor. La gente no compra discos, sino que se los baja de internet". "Lo bueno es que luego tienen la decencia de pagar la entrada para las actuaciones", añade.
La "intimidad" es la característica principal de esta gira, e impregnará incluso el escenario, que contará con un decorado "un poco cabaretero". "Habrá tres lámparas, alfombras y nosotros tocando. Eso es lo que hay. Ni luces, ni trucos, ni leches. Nada de artificios", argumenta.
Antes de iniciar esta gira por España, patrocinada por Movistar y en la que actúa como telonero el grupo Ragdog, Rubén y Leiva han participado en la grabación del último disco de Joaquín Sabina, Vinagre y rosas. "Le hicimos la música de dos canciones y ha sido una experiencia excepcional. Es un sueño que nunca creímos que pudiéramos hacer realidad. Fue increíble verle en la cabina, retocando las letras de sus canciones. Es un poeta hasta cuando no escribe", ensalza Rubén.
Al margen de lo puramente musical, Rubén y Leiva también tienen otras aficiones, como la televisión. "Es lo que solemos ver en los tiempos muertos de las giras, cuando estamos en los hoteles. Nos enganchamos a las soporíferas series de la sobremesa y vemos telebasura. Creo que la gente la necesita._Es como una terapia escuchar las miserias de las vidas de los demás. Puede que incluso haga una labor social", reflexiona el guitarrista.
En cuanto a polémicas, aunque hace ya casi un año de la polémica que generó el videoclip de su canción Margot, del anterior disco, Rubén todavía se ríe cuando lo recuerda. Youtube retiró a principios de año el vídeo, en el que podía verse a una chicha masturbándose, tras las quejas de algunos usuarios. Pero ya ha vuelto a este portal, algo que Rubén desconocía. "No tenía ni idea. Me pareció mal que censuraran a una chica acariciándose, cuando todos los días se ven cosas mucho peores en el Telediario. Por otro lado, me hizo mucha ilusión que nos censuraran. Cuando pasó aquello, nuestro deseo era que Margot llegara a ser número uno en el portal de vídeos pornos Youporn, y lo logramos durante un par de semanas", dice satisfecho.
