Europa vive la mayor encrucijada desde su creación. La crisis económica, la amenaza de los mercados y la recesión en la que están instalados mucho de sus países ponen en duda la utilidad de la Unión, sobre todo desde 2008. A pesar de que la UE no pasa por su mejor momento, Luis Planas, antiguo embajador de España en Marruecos y ante la Unión Europea, defendió la utilidad que ha tenido para España y Andalucía. "A pesar de que haya nubes que no dejen de ver el cielo, la UE como respuesta regional frente a la globalización nos ha venido bastante bien", aseguró en el Foro Hablemos de Europa, organizado por El Correo, patrocinado por la Comisión Europea y que acogió el Hotel Meliá Colón.
El principal hándicap que, a su juicio, tiene la UE es su "impopularidad". Planas reconoció que la Unión Europea es "impopular porque impone decisiones" a sus miembros, pero recordó que esa es la naturaleza misma del proyecto europeo. Por eso abogó por "someter a debate a la opinión pública y explicar bien" el papel de Bruselas. Un ejemplo de mandato que puede no ser bien entendido por la ciudadanía, y que vaticinó que generará mucha controversia política, viene de una nueva directiva que implica que la Comisión Europea, con carácter previo, hará un "examen" al Presupuesto de cada país, lo que, según Planas, "implica un cambio de las reglas del juego muy significativo".
El gran inconveniente que apuntó el exconsejero de la Junta para la vertebración de la UE es su "dimensión", que "hace difícil la gestión de intereses comunes". Planas recordó con ironía la pregunta que hizo hace 30 años en público el secretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger: "¿Para llamar a Europa, qué número hay que marcar?. A renglón seguido, Planas admitió que el tamaño del proyecto europeo, con 27 Estados miembros y Croacia en camino, es precisamente su principal debilidad. Esa dimensión hace "difícil encontrar trueques beneficiosos para los países", afirmó. Esa es la esencia de la Unión, "se cambian apoyos y votos para lograr resultados positivos".
El exconsejero andaluz no olvidó mencionar el rescate a Grecia para hacer autocrítica del funcionamiento interno de la UE. Recordó que el país heleno ha estado en el seno de la Unión Europea más de 30 años y es ahora, cuando ha estallado su crisis interna, "cuando sabemos que no dispone de un catastro moderno. Además de su propia responsabilidad, alguna tendrá también Europa", dijo.
Otro de los aspectos sobre los que la UE debería reflexionar, en opinión del antiguo embajador español en Marruecos, es sobre reducir la competitividad entre los países miembros y fomentar, en cambio, la unidad. "El concepto de libre competencia debe ir unido al de cohesión", señaló. Planas dijo que es "lógico" que Europa compita, por ejemplo, con China, pero rechazó una competencia estricta en la zona euro, algo que, a su juicio, están promoviendo países como Alemania.
Pese a los problemas señalados en la cena-coloquio, Luis Planas dejó claro que a España y Andalucía "Europa le ha ido muy bien". La adhesión a la UE "se veía como la solución económica y política para España y lo ha sido de algún modo", manifestó. En esa "apuesta fuerte e integrada" de Europa, "a nuestro país le ha ido bien", insistió. Andalucía, y también España, se juegan mucho en un futuro inmediato. Toca negociar este año las nuevas ayudas europeas, que han posibilitado la transformación de la comunidad. Planas sostuvo que Andalucía, "que es el sur del sur", con la propuesta de la UE, "podría salir bien bajo el concepto de regiones de transición. Se percibiría dos tercios de lo recibido", pero el reparto de subvenciones y los criterios aún están por ver.
