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Por una cabalgata digna para Sevilla

El Ateneo de Sevilla organiza la Cabalgata de Reyes desde que la fundara en 1918 el insigne José María Izquierdo. Durante 90 años, la Docta Casa se ha volcado en mantener vivo un cortejo que ha ilusionado a varias generaciones de sevillanos. La ciudad debe estar profundamente agradecida a una institución que, año tras año, se ha volcado en organizar la Cabalgata...

el 15 sep 2009 / 20:43 h.

El Ateneo de Sevilla organiza la Cabalgata de Reyes desde que la fundara en 1918 el insigne José María Izquierdo. Durante 90 años, la Docta Casa se ha volcado en mantener vivo un cortejo que ha ilusionado a varias generaciones de sevillanos. La ciudad debe estar profundamente agradecida a una institución que, año tras año, se ha volcado en organizar la Cabalgata, reclutando voluntarios, robándole horas la reloj y reuniendo subvenciones y patrocinios para poder lucir los cortejos con la mayor dignidad posible.

La Cabalgata forma parte del patrimonio sentimental de los sevillanos. Consciente de ello, el Ayuntamiento de Sevilla en Pleno aprobó nombrarla Fiesta Mayor, al tratarse de un acontecimiento en el que participa una parte importante de la ciudad. Sin embargo, la popularidad y el cariño, unidos al crecimiento de la población y las exigencias propias de los avances tecnológicos han ido complicando sobremanera las exigencias organizativas y estéticas del evento, que en los últimos años ha evidenciado sonrojantes carencias que han repercutido negativamente en el intangible emocional de numerosos sevillanos que han tenido que aguantar retrasos notables sometiendo a sus pequeños a bajas temperaturas.

El punto de inflexión tuvo lugar el año pasado cuando el cortejo sufrió un parón porque las luces navideñas de Felipe II chocaban con las carrozas en un evidente ejemplo de improvisación. El Ateneo debe seguir organizando la cabalgata como ha venido haciendo con brillantez y generosidad desde hace casi un siglo, pero en las actuales circunstancias está obligado a recibir ayuda del Ayuntamiento y cuantas instituciones hagan falta para garantizar que en el día de hoy no falte un detalle. La coordinación resulta fundamental para que nada falle, los magos lleguen a tiempo y el único problema de los niños sea el de coger el mayor número de caramelos posible. Así se hace una fiesta mayor de la ciudad.

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