Christian Poulsen es uno de los grandes objetivos del Barcelona para la próxima campaña. En su día se habló de un acuerdo entre ambos que posteriormente desmintieron. Pese a ello, los contactos han existido siempre y el último de ellos ha tenido lugar, cara a cara, en Alcalá de Guadaíra.
El centrocampista danés, de 28 años, tiene contrato con el Sevilla hasta junio de 2009, por lo que el próximo verano quedará libre, si es que no se marcha antes. Su baja cláusula de rescisión, diez millones de euros, le sitúa al alcance de cualquier club importante que le pretenda siempre y cuando alcance un acuerdo con él. Y el Barcelona es uno de ellos.
El pasado mes de febrero, desde la Ciudad Condal se anunciaba la existencia de un acuerdo por escrito depositado en un bufete de abogados. Tras el desmentido del futbolista, el asunto quedó en un segundo plano, aunque ahora ha vuelto a escena con un nuevo y revelador capítulo.
Según apuntó ayer Radio Sevilla, Poulsen y Txiki Begiristain, secretario técnico del Barcelona, se reunieron en la tarde noche del miércoles en la Hacienda La Boticaria, un hotel de lujo emplazado en Alcalá de Guadaíra. A la reunión asistió también Bayram Tutumlu, intermediario y agente de jugadores, a quien, curiosamente, el propio Poulsen desacreditó como representante suyo hace unos meses, al tiempo que remitía cualquier asunto relacionado con su futuro a su abogado, el danés Jorn Bonnesen.
En su afán por hacerse con el jugador, el Barcelona se ha encontrado siempre con dos escollos. El primero es su desvinculación del Sevilla. José María del Nido no va a dejarle marchar salvo que alguien pague los diez millones de euros que figuran en su cláusula.
El Barcelona no quiere que las buenas relaciones se vean perjudicadas y tampoco está dispuesto a derrochar dinero. En este sentido, Poulsen llegaría como una alternativa más para un centro del campo donde tendría como rivales directos a futbolistas como Xavi, Inesta, Deco, Yaya Touré, Márquez y Edmilson, si bien algunos de ellos, sobre todo los dos últimos, pueden irse.
Y el segundo escollo es la ficha que tiene. En la Ciudad Condal se dice que el Barcelona no está dispuesto a superar los aproximadamente tres millones de euros que cobra en el Sevilla, por lo que le ha pedido una rebaja en sus pretensiones económicas.
En los últimos días, el danés, de nuevo protagonista donde los haya de la actualidad, viene rehusando hablar con los medios de comunicación.
