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Precios agroganaderos

La situación en los sectores agrícola y ganadero, ya de antiguo, es extraña, por no decir paradójica: los precios en origen se derrumban, en tanto que los finales (para el consumidor) son cada día más elevados. En este sector venimos defendiendo la necesidad de adoptar medidas estructurales capaces de corregir los fallos en el mercado de la distribución (fase de intermediación).

el 15 sep 2009 / 20:41 h.

La situación en los sectores agrícola y ganadero, ya de antiguo, es extraña, por no decir paradójica: los precios en origen se derrumban, en tanto que los finales (para el consumidor) son cada día más elevados. En este sector venimos defendiendo la necesidad de adoptar medidas estructurales capaces de corregir los fallos en el mercado de la distribución (fase de intermediación).

El IPC en España pone de manifiesto alguno de sus problemas crónicos como el que refleja el diferencial entre nuestro país y los de la eurozona en materia de precios de estos productos. Asaja y COAG vienen indicando que el responsable de este diferencial no es precisamente el productor.

Como tampoco lo es el comerciante final. En la actual campaña, según datos de los mercados de origen, el precio del melocotón ha oscilado entre 40-50 céntimos el kilo para el agricultor, mientras que, para el consumidor, el precio ha alcanzado los 2-2,5 euros por kilo y las naranjas se están vendiendo, en origen, a unos 10 céntimos el kilo en tanto que, en la tienda se venden a no menos de 1 euro el kilo. Dos ejemplos de algo generalizado.

Esta situación produce estragos en el campo y es un claro exponente de un mercado que no funciona correctamente y que hay que corregir. Se trata de un mercado cuyos fallos son tan clamorosos como el perjuicio que resulta de su mal funcionamiento tanto para productores como para el consumidor. Claramente estos fallos están radicados en el sector de la intermediación y su corrección exige mecanismos eficaces que lo doten de una mayor competitividad y políticas de reformas estructurales.

De antiguo viene el intento de fomentar la venta directa al consumidor por parte de los productores agrícolas y, precisamente por eso, se conocen las claves de su reiterado fracaso. El reto actual no es otro que, teniendo presentes esas claves, integrar a las empresas agroganaderas tanto al inicio del proceso productivo (disminución de costes) como al final del mismo (disminución de precios) dotándolo de mayor competitividad, información y transparencia.

Colectivo de profesionales andaluces

vicenteplural@hotmail.es

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