Uno puede pensar que, a 4 días del 'Alumbrao', las casetas están ya listas para el gran día, sólo a la espera de que el jamoncito, el pescaíto y la tortilla de papas sean puestos sobre la mesa.
Pero dando un paseo por el recinto se ve que no hay nada más lejos de la realidad. Todavía hay casetas que se están pintando, decorando e incluso llenas de tablones de maderas, tubos y demás materiales, que hacen pensar que no se va a llegar a tiempo.
Este año, además, muchas casetas se han encontrado con que una nueva normativa de seguridad, según la cúal, la separación entre la zona noble y la de barra, sólo puede hacerse a través de celosías, cortinas o encajes. Esto ha hecho que tengan que modificarla cuando ya estaban casi terminando.
En algunas casetas, sobre todo las pequeñas, son los socios los que están 'dando el callo' estos días, pero en la mayoría de ellas son personas contratadas las que hacen el trabajo. Un sistema cómodo para los socios y que evita las típicas discusiones sobre quién va y quién no.
Estos cuatros días son los de actividad frenética, con jornadas laborales que empiezan a las 8.00 de la mañana y acaban cerca de las 22.00 horas. Es normal, pues, que los profesionales que están trabajando allí digan que no piensan ir porque están hartos de Feria aún antes de empezar.
Sin embargo, es gracias a ellos que el Real y las casetas luzcan como tienen que lucir en su semana del año y que, aunque ahora parezca mentira, siempre se consiga llegar a tiempo
