Guillena se viste hoy de gala con motivo de la fiesta de Resurrección con la procesión de la Virgen de la Candelaria y el Niño Perdido. Este es uno de los días más grandes e importantes en Guillena, junto al 8 de septiembre, cuando se celebran las fiestas populares y patronales en honor a la Virgen de la Granada. A las diez de la mañana arranca una procesión de Gloria de la Hermandad de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestra Señora de la Candelaria y Niño Jesús Perdido desde la iglesia parroquial. Los pasos toman itinerarios diferentes a su salida del templo para cumplir con uno de los ritos más antiguos que conserva la Semana Santa de Guillena. Aunque parezca no tener mucha relación con el significado del Domingo de Resurrección, la manera de celebrar al Resucitado es alegórica y así lo ponen de manifiesto los guilleneros que sacan en primer lugar el paso con la imagen del Niño Jesús para esconderse a los pocos metros justo delante de la puerta del Ayuntamiento, que está próximo a la iglesia. Luego se produce la salida del paso de la Virgen de la Candelaria, que inicia su búsqueda, siendo precisamente junto al Consistorio donde se encuentran. Es en este momento cuando todo es alegría y alboroto: la Virgen María ha encontrado a su hijo y para celebrarlo son llevados en procesión por todas las calles de Guillena con el acompañamiento musical de la Agrupación Virgen de la Salud de la Hermandad de los Gitanos tras el Niño Perdido y la Banda Municipal de Guillena tras la Virgen de la Candelaria. La comitiva se recoge pasadas las dos y media de la tarde. En los últimos años, en vez de realizar su entrada de regreso en el mismo templo parroquial, las imágenes titulares de la asociación parroquial se quedarán en la capilla de la Esperanza. El regreso de la Virgen y el Niño a la iglesia parroquial se producirá el viernes 25 de abril, a partir de las 20.30. La celebración logra implicar también a los núcleos de Torre de la Reina y Las Pajanosas.
