La resaca de las elecciones catalanas continúa pasando factura al tripartito. Ayer, uno de los perdedores, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, puso su cargo a disposición del Consell Nacional del partido, que se celebrará el próximo 18 de diciembre, tras perder más de la mitad de sus escaños (21 diputados a 10) y pasar a ser la quinta fuerza política en Cataluña.
"Después de compartir con los compañeros y compañeras de la Ejecutiva Nacional el análisis de la situación, y tras una serie de consultas con representantes territoriales del partido, quiero anunciar mi decisión de poner mi cargo de presidente de Esquerra a disposición del Consell Nacional, máximo órgano del partido entre congresos", explicó Puigcercós en su blog.
En la nota, Puigcercós enumera tres factores "indiscutibles" que les han llevado a estos resultados: "La grave división interna manifestada en el último Congreso Nacional (...), la decisión de hacer presidente a José Montilla (...) y la priorización de la tarea gubernamental que ha eclipsado la épica nacional que nos llevó al Govern".
La intención de Puigcercós no es abandonar su cargo, sino que el máximo órgano entre congresos de ERC refrende su liderazgo para, así, poder ofrecer una nueva hoja de ruta del partido con el aval de sus cuadros.
Sin embargo, su compañero de filas, el hasta ahora presidente del parlamento catalán, Ernest Benach, anunció también en su blog que deja la primera línea política y que no tomará posesión de su escaño en el nuevo Parlament por la derrota electoral.
El otro damnificado en los comicios, José Montilla, hizo ayer un examen de conciencia y se responsabilizó de los resultados. Cree que el electorado echó en falta un discurso más de izquier- das y admite que le faltó liderazgo en determinados asuntos.
En el otro lado de la balanza, el vencedor, el candidato de CiU, Artur Mas, dentro de la ronda de conversaciones que mantendrá con todos los grupos, se reunió ayer con el consejero Joaquim Nadal, que será quien lleve el timón del grupo parlamentario del PSC. Nadal dejó claro a Mas que el PSC hará una oposición "exigente, crítica y dura", pero a la vez constructiva y abierta a alcanzar acuerdos sobre grandes "temas de país". "Nosotros no seremos a CiU lo que el PP es al PSOE", argumentó. Hoy Mas se reunirá con la popular Alicia Sánchez-Camacho y posteriormente con el secretario general de ICV-EUiA, Joan Herrera. Camacho informó de que la posición de su partido ante la investidura del próximo presidente estará condicionada a que Mas abandone "las aventuras soberanistas y rupturistas", así como a que la federación no apoye al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
