Diez personalidades españolas fueron condecoradas anoche con la orden oficial del Wissam Al-Alaoui, distinción otorgada por el rey Mohamed VI en reconocimiento de su labor de acercamiento y entendimiento entre ambos países.
La distinción fue concedida con motivo del noveno aniversario de la Fiesta del Trono -Mohamed VI fue proclamado rey de Marruecos tras la muerte de su padre Hassan II en julio de 1999- y quiere reconocer los "múltiples méritos y a su compromiso con el fortalecimiento de la amistad hispano-marroquí", informó la embajada de Marruecos.
Los galardonados son Ramón Enciso, ex presidente de Telefónica en Marruecos, María Dolores López Enamorado, profesora de Filología Árabe de la Universidad de Sevilla, Gonzalo Fernández Parrilla, fundador de la Escuela de Traductores de Toledo, Gustavo Manuel de Arístegui, portavoz de Exteriores del PP en el Congreso, y Antonio Garrigues Walker, presidente del despacho de abogados Garrigues.
La lista la completan el alcalde de la localidad madrileña de Alcorcón, Enrique Cascallana, el escritor y periodista Lorenzo Manuel Silva, José Monleón, fundador del Instituto Internacional del Teatro del Mediterráneo, Carlos Bruquetas, presidente de la Organización Carta Mediterránea, y el actor Imanol Arias.
"A pesar de la diversidad de sensibilidades, de recorridos, de centros de interés de cada uno de ellos, comparten la voluntad y el empeño de obrar por la construcción de puentes que mejoren el entendimiento y fomenten el acercamiento entre ambos países", dijo el embajador marroquí, Omar Azziman, al entregar los galardones en un acto celebrado en su residencia oficial.
Estas condecoraciones, destacó Azziman, "constituyen un testimonio que subraya la firme voluntad de Marruecos, de su rey, de su Gobierno y de su pueblo de seguir estrechando lazos de entendimiento, de amistad, cordialidad y virtuosa complicidad".
"También -añadió el embajador- con su sociedad civil dinámica, diversa y plural cualesquiera que sean las opciones ideológicas, políticas y culturales de sus protagonistas y cualesquiera que sean los ámbitos socio-profesionales a los que pertenecen".
Azziman destacó de los condecorados que "comparten un profundo conocimiento" de Marruecos, "totalmente liberado de los tópicos irritantes y de los estereotipos y prejuicios devastadores que entorpecen nuestra andadura y enturbian nuestra visión".
El embajador les agradeció su labor "para que Marruecos supere sus dificultades y siga avanzando en el sendero del progreso, de la modernización y de la democratización", y su contribución para "respaldar el anclaje de Marruecos a Europa y para que Marruecos consiga la integración que merece en el espacio europeo".
"Todos los galardonados -concluyó Azziman- comparten la misma fe o la misma convicción de que no hay límites ni geográficos, ni étnicos, ni confesionales, y aún menos sociales o sexuales a la libertad, a la dignidad del ser humano, a la justicia, a la democracia, a la convivencia y a la prosperidad".
