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RC24 y Nono, presente y futuro

Se acabó la temporada del reencuentro del Betis con la Primera División. Felicidad por el presente, ilusión por lo que se adivina en el futuro.

el 12 may 2012 / 22:27 h.

Nono, de espaldas, celebra el 2-1 con Rubén, a la derecha.
Y con esto y un bizcocho y un gol de Keita en el tiempo extra, uno más de los muchos que ha encajado o marcado el Betis en una temporada que deja ese apego a perder o ganar puntos en el descuento como una de las infinitas extrañezas de un equipo inclasificable de principio a fin, se acabó la Liga 2011-12 para Pepe Mel, sus futbolistas y el beticismo, concepto este último que engloba a todos los aficionados con dos dedos de frente y excluye a los varios que anoche no tuvieron otra brillante ocurrencia que lanzarse al césped del Benito Villamarín para hacerse una foto, conseguir que su club pague otra multa y aplazar unos minutos el justo homenaje de la hinchada al equipo. Concluyó la campaña del reencuentro con la división de honor y lo hizo con dos protagonistas que indican qué es y qué puede ser el conjunto de las trece barras.

Rubén Castro, RC24, logró su propósito, añadir el gol número quince, por cierto una pequeña obra de arte, a su extraordinaria cuenta de la temporada. Y además se regaló uno más para confirmar que es uno de los mejores delanteros españoles de la competición. Dieciséis goles como dieciséis soles para un jugador que ha tenido que aguardar a la treintena para hallar su hueco en Primera, el símbolo perfecto de una plantilla compuesta por multitud de hombres que debutaron en la división de honor y rindieron a un nivel que, en general, no se esperaba de ellos. Así ha sido el Betis de Mel, un grupo repleto de noveles que en el balance definitivo no acusaron el salto de categoría y se sobrepusieron a reveses que en otras temporadas, con otros jugadores, otros técnicos y otros dirigentes habrían sido irreversibles. En el mal sentido, claro.

Nono, José Antonio Delgado Villar según su DNI, comenzó la temporada con el juvenil, irrumpió luego en el filial, en medio se metió en la sub 19 y ha terminado colándose en el primer equipo. El Betis le amplió el contrato hasta 2013 y lo prorrogará tres años más en cuanto se le asigne una ficha profesional, algo que se puede dar por hecho porque el chaval apunta a futbolista de categoría. Y estaba en la casa, otra seña de identidad de lo que está por venir. Por cierto, ahí no figurará Isidoro, al que Mel permitió despedirse donde debía, en el césped. Mucha suerte a él y mucha suerte al Betis del futuro.

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