Cultura

'Reacción en cadena', una reflexión sobre el coleccionismo

Una reflexión sobre las relaciones que unen, "con un placer incontrolado", al coleccionista con su obra es lo que plantea la exposición Reacción en cadena, con la que el galerista Rafael Ortiz abre su particular debate sobre el coleccionismo actual.

el 15 sep 2009 / 17:00 h.

Una reflexión sobre las relaciones que unen, "con un placer incontrolado", al coleccionista con su obra es lo que plantea la exposición Reacción en cadena, con la que el galerista Rafael Ortiz abre su particular debate sobre el coleccionismo actual.

La reacción en cadena es una secuencia de reacciones en las que un producto o subproducto reactivo produce reacciones adicionales. Hasta ahí la definición de un proceso aplicado a la química que el galerista sevillano Rafael Ortiz ha querido hacer extensivo al terreno del arte en su primera incursión expositiva de esta temporada.

Esta exposición que, a tenor de los autores representados, puede parecer una excentricidad, según confiesa el propio galerista, participa de esta idea de reacción en cadena haciendo patente cómo una obra puede llevar a otra tanto por similitud como por contraste.

Natividad Bermejo, Jaime Burguillos, Liliana Porter, Manolo Bautista, Rubén Guerrero, Martín Parr, Imi Knoebel, José María Yturralde, Carmen Calvo y Jorge Molder son los artistas seleccionados por Ortiz para una exposición que plantea un diálogo entre el galerista, en este caso un apasionado y riguroso coleccionista también, y sus obras.

Se trata, pues, de piezas de diversas técnicas, tamaños y lenguajes, que sin embargo "orquestan un proceso casi químico en el que los distintos códigos se entremezclan y acoplan en un entendimiento no solo estético que nos va introduciendo de un autor en otro", explica Ortiz, en una de las pocas ocasiones en que hace prevalecer su alma de coleccionista por encima de su trabajo al frente de la galería, sin duda, más prestigiosa de la ciudad.

"En un reciente anuncio televisivo se pone de manifiesto cómo la adrenalina produce un placer incontrolado, casi como una droga. Este anuncio de alguna manera refleja este estado, estas sensaciones que se producen en la mente y el cuerpo del coleccionista", explica Rafael Ortiz, que tiene claro que "hay exposiciones que desde un principio se plantean con grandes ambiciones, cuyo costo es elevado y cuyos resultados finales no acaban respondiendo a todas las expectativas.

En cambio hay otras que, desde su modestia inicial, dan plenamente en la diana. Para ello hay que conocer profundamente el medio, los artistas e incluso las relaciones de unos con otros. Hay que ser capaz de imaginar cuales son en realidad las verdaderas claves de la colección y combinarlas adecuadamente", detalla Ortiz sobre Reacción en cadena.

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