-Sevilla es un escenario especial para un cantante. También con un público que exige mucho.
-Y es mi segunda casa, la ciudad donde me he criado, la de mis abuelos, que ya fallecieron. Y todos los artistas tenemos aquí un punto de nervios porque sí es verdad que la gente exige, pero también es un público que demuestra cuando las cosas le gustan. Mi objetivo es que todo el mundo se lo pase increíblemente bien y que al acabar el show vuelvan para casa más felices.
-¿En qué o quién pensará cuando suba al escenario?
-No lo sé. Como ser humano tengo mucha gente, muchas cosas, situaciones, recuerdos... tal vez por ser Sevilla me acuerde de mis abuelos, pero en todos los conciertos lo que pienso es en que la gente se lo pase bien conmigo.
-Su concierto inolvidable es...
-¡Uf! Sería muy injusto mencionar uno con tantos tan intensos a lo largo de 15 años de carrera. Si cada uno no hubiera tenido algo de especial no hubiera seguido adelante hace mucho.
-El nuevo Gobierno dice que ha puesto coto a las descargas ilegales. También está la espectacular redada en Megaupload. ¿Los artistas notan resultados?
-Yo no he notado gran cosa, pero también es que el disco es del año pasado y ahora no tengo uno nuevo con el que comparar [si ha bajado el ritmo de la piratería informática] con los de años atrás. Estamos en gira y sí que veo que la economía de España no está en su mejor momento. Los contratos son más lentos y todo es más complicado. Gracias a Dios la gira va brutal y al final pesan más las ganas de distraerte que todo eso.
-En su web hay enlaces a redes sociales, comentarios de fans... ¿Cuánto pesa ya lo digital en el negocio del artista?
-La verdad es que las redes sociales nos han venido bien. Han traído el contacto directo con la gente que te sigue. Puedo ser yo sin barreras, sin intermediarios, puedo estar cerca de la gente que me aprecia. Pero tiene un punto estresante responder a 130.000 followers.
-Su disco y su gira se titulan Guerra fría. ¿Se merecen una guerra caliente de los artistas quienes recortan en cultura?
-Yo soy de decir las cosas con más calma. No me gustan las guerras calientes porque son tremendamente delicadas. Pero sí que creo que hay que protestar contra todo eso en la calle.
-Usted mantiene también un compromiso con la ONG Save the children.
-Y espero que mi compromiso no se quede sólo en el enlace en mi web. Trato de colaborar con aquellas causas por las que hay plantar cara a las barbaridades, a la injusticia, como es que se mueran por la hambruna tantos niños en el Tercer Mundo. Sé que no es el mejor momento en este país, pero trato de ayudar y mi deseo es viajar al Cuerno de África para ayudar más activamente a la ONG, pero no siempre es así de fácil lo de ayudar.
-Se ha hecho un nombre. La conocen por Malú, no como la sobrina de Paco de Lucía. ¿Pronto para un disco a medias?
-Mi tío es un pedazo de genio, lo respeto fuera de lo que es normal, y si bien llevo desde los 15 años cantando, no me atrevo a colgarme ese apellido. Hoy no lo pondría en ese compromiso.
-¿Cuándo la veremos en la televisión, en el programa La voz que prepara Telecinco?
-Todo eso está en stand by y no lo sé. No sé cuándo.
-¿Cómo se quedó cuando propusieron que su tema Blanco y negro fuera el tema oficial de una telenovela venezolana?
-Me pidieron permiso a través de la discográfica y me parece estupendo abrir campos distintos. Me alegró mucho esa proposición.
