Manifestación de los trabajadores de Roca por las calles de Alcalá.
A través de una carta enviada a todos los trabajadores, Roca ha informado a la plantilla de que acatará la sentencia de la Audiencia Nacional que declaró nulo el ERE presentado para despedir a los 227 operarios ejecutado el pasado 11 de marzo y que implicó el cierre de la factoría de Alcalá de Guadaíra. De esta manera, y como consecuencia de esa nulidad, asumirá el pago de los salarios de la plantilla desde esa fecha, que fuentes sindicales estiman en torno a los 5.000 euros por trabajador, aunque también les ha dejado claro que no tiene pensamiento alguno de reactivar la fábrica, que es lo que en última instancia persiguen los trabajadores.
Fuentes del comité de la planta alcalareña de Roca explicaron ayer que han recibido asimismo un burofax que emplaza a los representantes de los trabajadores de la factoría sevillana y de la madrileña de Alcalá de Henares en la que fueron despedidas otras 249 personas, hasta contabilizar un total de 476 despidos, a una reunión con la empresa el próximo día 25, en la que Roca les hará entrega de la memoria explicativa en la que volverán a justificarse las razones que sustentan estas extinciones de contrato y que será simultánea con la presentación de un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) ante el Ministerio de Trabajo, ya en esta ocasión subsanando los defectos que motivaron la nulidad del anterior expediente, como advirtió la empresa tras la sentencia de la Audiencia Nacional.
A partir de esa fecha, el contador se vuelve a poner a cero y empezará a contar el plazo legal de un mes para negociar las condiciones del nuevo ERE.
Sobre la mesa está, entre otras cuestiones, la duda de si el medio centenar de trabajadores, según el comité un 67% según los datos aportados por la multinacional catalana, que se adhirieron a la última oferta de Roca, esto es, una indemnización de 40 días por año trabajado y un máximo de 24 mensualidades, mantienen esas mismas condiciones o no, puesto que se sumaron en virtud de un ERE que ahora es nulo.
