El presunto cerebro de la trama de corrupción en Marbella (Málaga), Juan Antonio Roca, confesó ayer en el juicio del caso Malaya que la moción de censura marbellí de 2003 "se hizo libre y espontánea ante una política que el resto de concejales pensaron que no era la correcta, por la postura que ante la opinión pública estaba trascendiendo de la aventura, llámela usted extraconyugal, y nueva política de hechos del señor Julián Muñoz", que entonces mantenía una relación con la cantante Isabel Pantoja.
Roca, que ha seguido por décimo día declarando en el juicio, contestó a preguntas del letrado del Ayuntamiento marbellí, personado como acusación particular, que la moción de censura se presentó "contra Julián Muñoz por esa forma de hacer política y esa forma de mostrarse ante España y no por otra cosa" y advirtió de que "no existe ningún pago asociado" a esta decisión.
Roca admitió que pocos meses después de la moción de censura, que situó a Marisol Yagüe en la Alcaldía, surgieron "disensiones" o "pequeños reinos de taifas" en el equipo de gobierno -formado por GIL, PA y ediles del PSOE-. El exresponsable de Urbanismo de Marbella aludió a la actitud de la primera teniente de alcalde, Isabel García Marcos, ante la ausencia de la regidora en las comisiones de gobierno, "tomando un protagonismo y erigiéndose más como alcaldesa".
También indicó que no existen archivos de la sociedad Maras Asesores antes de 2004 "no porque se hayan destruido o se hayan quitado de en medio, sino porque no existían". "Si yo hubiera querido quitar algo, porque temiera algo, hubiera quitado los archivos Maras y posiblemente no estaríamos aquí sentados", apuntó.
El letrado del Consistorio preguntó a Roca sobre convenios entre el Ayuntamiento y empresas vinculadas a empresarios acusados como Carlos Sánchez y Andrés Liétor o la promotora Aifos, pero éste negó la mayor.
